Antigua ermita del Santo a los pies del castillo

José Luis Vañó Puente y Miguel Sempere Martínez nos cuentan en su libro Cofradía de San Jorge y referente a dicha ermita el siguiente:

«Estaba situada esta ermita al pie del castillo, al lado del actual maset de los Estudiantes (…), donde actualmente se encuentra el Monument a Sant Jordi, siendo posiblemente la primera que se edificó en nuestro pueblo, y de la que actualmente sólo se conservan parte de sus cimientos.

Era de planta cuadrada, y existen fotografías en las que se la puede ver.

La noticia escrita más antigua que tenemos de ella, fecha de 24 de octubre de 1610, con motivo de la visita pastoral del arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, en la que en el precepto tercero manda que se hiciera «un retablo para la buena, decente y digna custodia de la imagen de San Jorge en su ermita situada en el castillo».

En la Real Orden de Su Majestad de 18 de abril de 1790, en la relación de los dos primeros partidos de los cuatro que se compone el Arzobispado de Valencia, aparece: «cerca de Bañeres, sobre una peña hay un castillo cirquido de murallas algo derruidas que se renovaron en el mil setecientos y siete, quando las guerras de sucesión estubo en el la Tropa del Sr. Felipe Quinto, quando se dió la Batalla de Almansa, y havía una Capilla dedicada a N.S. San Jorge que al presente se halla sin uso para celebrar Misa».

Esta ermita fue paulatinamente abandonada, hasta que en los años 1930, aproximadamente, quedó completamente en ruinas.

Cuando en la postguerra, el cura párroco don Lucas Tomás Gilabert, escrituró los bienes de la parroquia en nuestro pueblo, no inscribió este solar, según comentó, por su poca extensión, pasando a ser propiedad municipal, siendo posteriormente vendido a José María Pascual Castelló (Pompeyo), el que a su vez, el 21 de octubre de 1986, el vendio simbólicamente a la Cofradía de San Jorge, para destinarlo al culto del Santo».

Cuando la sequía amenazaba con acabar con las cosechas de nuestros campos, que entonces tenían mucha importancia en la economía de Banyeres, organizaban las Rogativas, que saliendo del templo parroquial se dirigían hasta las llamadas «Cruces del agua», llevando en procesión la imagen de San Jorge «el Vellet», implorando la lluvia.

También cuando amenazaba la piedra, era llevada a su ermita, allí el sacerdot «conjurava» rezando y sol·tante el auxilio del Cielo, por eso se llama a esta ermita «el Conjurador», al tiempo que en la parroquia era volteada la campana de San Jorge, y como queda reflejado en nuestros Gozos al santo: «Cuando la tempestad ruge la vuestra campana toca y al instante la tormenta ya toca rumbo en contra».