Nuestro patrón San Jorge y Europa


Ricardo Díaz de Rábago y Verdeguer

Hace tres años propuse escribir sobre Sant Jordi, recopilar datos, notas, estudios, escritos, pies…a fin de aportar un mejor conocimiento de nuestro Patrón, su importancia más allá de nuestro pueblo y nuestras tierras, y qué mejor sitio que el programa de fiestas a nuestro Patrón.
El orden ha sido, hasta el día de hoy, el siguiente:
-Era necesario y conveniente empezar por su historia, tantas veces cuestionada, por su historicidad, con los nuevos descubrimientos arqueológicos, los estudios más recientes, con el fin de no quedarnos con las pocas líneas que le dedica el martirologio, y dejando de lado los numerosos escritos sobre el santo y su martirio que hoy no soportan una crítica seria, a fin de consolidar una de las figuras más importantes a lo largo del mundo y de la historia. Con el título, Nuestro Patrón San Jorge.

– después, como no, su universalidad. Impresionante! Con el título Nuestro Patrón Sant Jordi. Universalidad de San Jorge.

– Y en tercer lugar un elemento distintivo y significativo, el dragón. Una lectura correcta de la "leyenda", “cosas que deben leerse”. (Nuestro Patrón Sant Jordi y) el dragón.

Está claro que no hemos agotado la figura de Sant Jordi, tan sólo hemos iniciado un camino rico y variado. Sólo hemos mencionado tres puntos.

Pensar, que antes de seguir con otras cuestiones referentes a Sant Jordi es muy conveniente acercar esta figura a nuestra historia, en nuestra realidad, en nuestro mundo.

Dejemos, se pone, por otro momento, la omnipresencia de S. Jordi en Oriente. Como botón de muestra sólo decir que en Belén, el pueblo de Jesús, hay más imágenes y relieves de S. Jordi en las fachadas y casas, y en la misma basílica de Belén, que de Jesús.

Cuando uno se encuentra las siguientes afirmaciones que sirven de cabecera a títulos de libros, artículos y escritos como los siguientes: “Estandarte de Europa”; "El más bello eco"; "Sello de identidad"; “Sinfonía europea”; "Armonía mediterránea"; “Tornada galaica”; “Fanfarria británica”; “Albada boreal”; “Romanza ibérica”… todos ellos referentes a S. Jordi, ya están anunciando la importancia de S. Jordi a Europa.

Empecemos, se pone, con un pequeño juego de aproximación desde el espacio a la tierra, en el planeta azul. Vamos acercándonos, poco a poco: los océanos, los continentes, Europa, sus naciones, villas, pueblos, lugares… y quedamos plenamente sorprendidos por la impresionante presencia de S. Jordi:
En Italia hay 24 poblaciones, con municipio propio e iglesia parroquial con el nombre de San Giorgio; mes 45 núcleos urbanos.78 villas francesas con el topónimo Santo-Gerogs. En Eslovenia muchos pueblos: Conjuntos. San Jorge, Jurjevo. A Dinamarca, San Jorgen y San Jorge. Impresionante la Rusia "jordiana": Georgijeves, georgi dez, georgianos… Inglaterra, Alemania…
España, Aragón, Cataluña y Valencia merecen un sitio aparte. Cataluña tiene más de 47 lugares con culto a S. Jordi. En Galicia hay más poblados con el nombre S. Jorge que san Santiago, S. Jaime.

Si seguimos país por país, en Europa el listado sería interminable.

Pero seguimos acercándonos. Qué observamos? Banderas de naciones y países, llevan la cruz de Sant Jordi: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Suiza, gran Bretaña, Inglaterra, Reino de Italia, Irlanda del Nord, normadia, chicas, Cornualles, Cerdeña… y no sólo países, también instituciones: Las órdenes militares de Templarios, Hospitaleros, San Lácer, Tectónico…

Además, no sólo en los sitios, sino también a los símbolos, a las personas ya su compromiso vital. Es muy notable el número de órdenes militares, de los más diversos países, que comparten el patronaje o el blasón de Sant Jordi.
Pienso que es suficiente lo que hemos reseñado para poder iniciar una reflexión seria sobre Sant Jordi y Europa, no sólo como un personaje famoso, un gran mártir cristiano, una salud. Es mucho más: Un estandarte, un sello de identidad, el más bello blasón. Ha sido un modelo, un estilo de ser y vivir, un ideal a conseguir . Y! Así ha sido en la historia de Europa!
Después de estas constataciones echamos un vistazo a la historia.

S. Jordi se martirizado en tiempos del Emperador Diocleciano, el 303.

La Paz de Constantino, con el Edicto de Milán, el 313, marca un hito importante en el continente europeo. Hay libertad de conciencia y de culto. El cristianismo ya no se perseguido. personal. Elena, la madre del emperador, jugará un papel importante. Con el emperador Teodosio, por el Edicto de Tesalónica, todo el imperio es "oficialmente cristiano".

Estamos hablando del Imperio Romano, de una unidad de pueblos, que abarca todo el mediterráneo, norte de África, Oriente Próximo y Turquía. Se llamará "el imperio cristiano". Realidad que, al correr de los años, se desmembrará conrvéntense en un sueño conseguir: hacer realidad de nuevo la unidad de los pueblos; lo que se denominará “El sueño del Imperio”.

En este importante hito histórico, la Paz de Constantino, el culto a Sant Jordi encontró una gran acogida en Egipto, llegando hasta Etiopía (40 iglesias y tres monasterios le vende dedicados). De forma muy especial en la región de Palestina, en la ciudad de Lyda, que conservaba la tumba del mártir.

El oportuno descubrimiento de la “vera cruz” por la Emperatriz Elena, madre de Constantino, hizo de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén el centro inexcusable de la peregrinación del mundo cristiano. Y la visita obligada en la tumba de Sant Jordi formaba parte del circuito: Arsuf (Tel-Arhar real: Tel Aviv), Obedecer (Lod) yo asad. Empieza la historia de Sant Jordi en Europa.
Con la invasión de los pueblos del norte Roma se saqueada. Con la aparición del Islam y su expansión, se produce una total disgregación y un enfrentamiento de dos formas de ser, vivir y creer.

Con esta realidad tan distinta, un hito importante en la recuperación del sueño del imperio, de la unidad de los pueblos será Carlomany (768-814), y en concreto, el día de Navidad del año 800: el Papa le entrega la corona de emperador. El nuevo imperio quiere ser heredero del antiguo imperio, ampliado al norte, pero con una fuerte carencia por el sur y el este, norte de África y Oriente. Pero con la persistencia de un ideal de unidad y paz.

Invasiones y guerras nos llevan hacia la frustración del milenio. Superado éste, Europa torna a respirar. Dos frentes marcan el nuevo movimiento: las cruzadas y el islam. Son los síntomas de una Europa que eje del feudalismo y recupera el sentido imperial que Carlomany había ensayado poco antes del milenio.

En todo este entramado, esta red, la figura del caballero, la defensa y testigo de la fe en Jesucristo, la lucha contra el mal, la protección del más débil, de la S. Jordi un estandarte, un blasón, un model.

Todos los croatas europeos le invocan. Vienen de Jerusalén impresionados. Saladí había devastado el sepulcro de Sant Jordi en Lyda. Allí, antes de atacar Jerusalén, se concentraban los croatas.
Los musulmanes, al invadir tierras cristianas tienen respeto y gran temor al caballero del caballo blanco, al “Gran Wali”, S. Jordi. Bajo la cruz roja del santo y al grito de su nombre luchaban los cristianos.

Todos estos siglos de conquista del bien, de esfuerzo de unidad, de donación y entrega, de trabajo en defensa del débil, la creencia firme de un mundo mejor, la unidad, y en este caso, de la misma fe, la caballerosidad, el compromiso total por un bien común… todo esto encuentra en Sant Jordi, el hombre libre por excelencia y sin ningún interés personal, un sello de identidad.

Y como no, soñar en un mundo mejor y más justo; y qué mejor sueño que la leyenda del Santo.

Así podemos comprender todo lo expuesto al inicio. No ha sido casual. Ha sido una realidad que ha ido forjándose a lo largo de los siglos.

Personas, instituciones, pueblos, naciones.. han querido tener en Sant Jordi como signo de identidad, que al mismo tiempo nos une y hermana. Realidad que se hace presente en otros aspectos de la vida social y personal, todo mi arte: pintura, escultura; literatura… en lo más íntimo de la vivencia religiosa.

Ésta es nuestra historia. Pero no terminan esta reflexión sin mirar el presente incluido el futuro.

Pasadas las dos guerras mundiales (una experiencia muy dura para los pueblos de Europa) regada con sangre de millones de personas, se inicia de nuevo la conciencia de Europa. De nuevo una Europa en paz, abierta, unido, variada. Y dicen muchos que la figura de Sant Jordi diseña el mapa de una Europa ampliada.
Dicen y escriben: “que los europeos no renunciarán nunca a las conquistas sociales que ennoblecen nuestra cultura y civilización y que la figura de Sant Jordi ayudó a edificar” “La hermandad y el bien social a defender. Una Europa solidaria” “Un hombre libre más allá de la materialidad, en su interior…”
“Hay una ética europea, una lucha por la felicidad, una lucha contra el dragón a favor del bien. Una ética, finalmente, heroica. Habría que luchar con grandes dificultades. Habría que combatir contra la inerte resistencia donde aún no llegado el espíritu renovador del europeísmo”. “Habría que luchar contra nuestros defectos, que son muchos, algunos graves” “Europa tendrá que combatir al dragón para recobrar la identidad” . No son palabras mías.

“Sin un sentido de conciencia colectiva no se moviliza un continente. Y la historia demuestra que esto sucede cuando, en sintonía con los tiempos, emblemas reconocidos por todos movilizan pueblos por un objetivo. La popular figura de Sant Jordi es, indudablemente, uno de los más destacados”.
“En un análisis detallado de los signos que la moderna Unión Europea puede esgrimir para construir su identidad común, destaca Sant Jordi”.
”Todos los europeos sin diferencia de creencias, lo aceptan, le conocen y le tienen simpatía. En el mundo musulmán es venerado. Su significado está lleno de posibilidades. Su aliento caballeresco es ajustadamente europeo”.

Así escriben hoy, llegando a proponer el 23 de abril el día primaveral común europeo, día de Sant Jordi, una fiesta que uniera a las gentes plurinacionales del Viejo Continente y el Mediterráneo con una misma empresa. “Que fuera ocasión de contacto, intercambio, diálogo. Que pasando por cada ciudad acordara un fraternal concierto europeo”.

No se si he conseguido explicar y exponer la imprentancia de S. Jordi en Europa y su unión (la verdad es que lo he intentado) Y quedará claro que lo ha sido a lo largo de la historia, que lo es en el presente y puede ser también en el futuro. Esperamos que sea así.

¡Vitol al Patrón San Jorge!