Con el nombramiento de Antonio Cañizares, por primera vez un Papa elige para la diócesis de Valencia a un cardenal


VLC noticias, Edició digital. Javier Furió

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El nombramiento del cardenal Antonio Cañizares como arzobispo de Valencia por el papa Francisco constituye la primera vez que un purpurado es designado como titular de la archidiócesis de Valencia en su historia. Además el cardenal Cañizares será también el primer arzobispo de Valencia nacido en esta diócesis desde 1920, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes del arzobispado.

Valencia no contaba con un Arzobispo nacido en la archidiócesis que monseñor Enrique Reig y Casanova (Valencia, 20 de enero de 1859 – Toledo, 25 de agosto de 1927), fue nombrado arzobispo valentino. Anteriormente, desde 1813, cuando falleció el arzobispo Joaquín Company, no había habido un prelado que fuera natural de las tierras valencianas.

Tras enviudar en 1885, Enrique Reig fue ordenado sacerdote un año después en Almería. El 22 de abril de 1920 fue nombrado arzobispo de Valencia, por el papa Benedicto XV y fue Pío XI quien lo creó cardenal el 11 de diciembre de 1922, y tres días después le nombró arzobispo de Toledo. Después de estos nombramiento, monseñor Reig aún permaneció en Valencia hasta mediados del año siguiente, motivo por el cual pudo coronar a la Virgen de los Desamparados como patrona de Valencia el 12 de mayo de 1923.

El nombramiento de Antonio Cañizares como prelado valentino siendo cardenal “es un hecho histórico en la diócesis de Valencia”, según ha explicado a la agencia AVAN Jaime Sancho, presidente de las comisiones diocesanas de Patrimonio y de Liturgia.

El cardenal Antonio Cañizares, cuyo nombramiento como arzobispo de Valencia ha sido hecho público hoy, ocupa el lugar cuadragésimo quinto en la serie de arzobispos que ha tenido la diócesis de Valencia desde que fue elevada a sede metropolitana en 1492 por el papa Inocencio VIII, y el sexagésimo desde la Reconquista de Valencia por el rey Jaime I en 1238.

No obstante, en el episcopologio valentino se hace constar que Valencia “tuvo sus obispos ya en la época romana, como lo han demostrado restos arqueológicos, pero se desconoce por completo quienes fueron”, según han indicado a la agencia AVAN fuentes del Arzobispado.

Con los reinos visigodos, hay constancia histórica de un total de 11 obispos, de los que el primero del que se tiene noticia es de Justiniano, que gobernó la diócesis al menos entre 531 a 546. El último de los obispos de la etapa visigoda es Witisciclo, que vivió en el 693.

Durante la dominación árabe “apenas queda rastro de los obispos que, indudablemente, tuvo Valencia en ese tiempo”, según las mismas fuentes. Así, “hay memoria de un prelado que murió en Bari en 1087, en peregrinación a Jerusalén, y de otros dos, Alat Almarian y Cahoc, que según la Crónica General y Crónica del Cid, respectivamente, son contemporáneos del Campeador y estaban al frente de la diócesis antes de que conquistara la ciudad por primera vez”, han precisado las mismas fuentes.

Se da la circunstancia también de que dos arzobispos de Valencia fueron elegidos Papas también y simultanearon ambas responsabilidades. Se trata del Alfonso de Borja, que en 1429 fue elegido arzobispo de Valencia, más tarde fue designado Cardenal y en 1455, al ser designado Papa, con el nombre de Calixto III, retuvo durante la sede valentina hasta su muerte ocurrida tres años después en 1458.

También su sucesor, Rodrigo de Borja, que asumió la diócesis de Valencia en 1458, fue elegido Cardenal y luego Papa en 1492 con el nombre de Alejandro VI. Mantuvo la sede valentina hasta su muerte en 1503 aunque la dejó en administración a los tres arzobispos siguientes, César Borja, Juan de Borja y Pedro-Luis Borja y Lanzol, todos ellos también cardenales.