Patrimonio religioso, cultural y devocional


J. S. do.

Quien firma este artículo ni ha nacido ni vive en Banyeres de Mariola, pero, no obstante, se siente como un banyerense más. He de agradecer este sentimiento a mis antepasados (ellos sí nacieron y vivieron en Banyeres de Mariola), quienes siempre hablaban del pueblo con tal cariño y emoción que me contagiaron del amor al pueblo de que ellos participaban. Lejos de suponer el olvido, la distancia física que me separa de Banyeres de Mariola no ha impedido acrecentar mi interés por mi pueblo. Toda noticia que hace referencia al mismo la sigo con atención. Pero de entre todas, pongo una especial atención en aquellas que están relacionadas con la mejor expresión de nuestro modo de ser: las Fiestas de Moros y Cristianos en honor de Sant Jordi. Unas fiestas cuyo significado tan bien compendia en nuestro Himne a la Festa. Vivencias que emocionaban a mis mayores a la hora de rememorar las experiencias relacionadas con ésta. Pero, sin duda, la máxima emoción se producía al hablar del eje central de las mismas: de nuestro patrón Sant Jordi. En ese momento, la emoción llegaba al punto de provocar lágrimas en gentes a las que nunca antes había visto llorar. A medida en que he ido creciendo y acrecentando mi conocimiento de Banyeres de Mariola y, en especial, de su Fiesta he comprendido el porqué de tal emoción. Sant Jordi da todo el sentido a nuestra fiesta al punto de provocar que todos, moros y cristianos, musicos y paisanos, se unan en un mismo grito de hermandad: Vítulo al patrón Sant Jordi!

Una vez llegué a esta percepción, tomé una decisión: que el vínculo al que considero mi pueblo lo fuese con su Patrón y ello a través de la Confraria de Sant Jordi, institución que cuida el legado más valioso de Banyeres de Mariola: la devoción que desde tiempo inmemorial profesa a su santo patrón. Desde ese momento soy miembro de la Confraria de Sant Jordi.

Por lo que antecede, comprenderán la gran emoción que causaron en mí noticias como la construcción de la ermita y del monumento dedicados al santo así como la llegada de una segunda reliquia del mismo. Pero con ser importante todas estas adiciones a nuestro patrimonio, a mi juicio, merece destacar también en la misma medida otras tareas más oscuras, pero de gran valor, como son las dirigidas a conservar, recuperar o recobrar aquello que ya forma parte del mismo.

Una grata noticia llegó a mis oídos y además pude leerla en el programa de fiestas del año pasado: la Junta Directiva de la Confraria de Sant Jordi había restaurado el camarín de San Jorge.

Este espacio de planta casi cuadrada, situado en la Capilla de la Comunión de nuestra Iglesia Parroquial, fue decorado por el pintor local Juan Doménech allá por la década de 1960. Él supo representar perfectamente en ambos lados, visto de frente, a la izquierda, la imagen de San Jorge, flanqueado por su caballo, destacando que en el escudo del caballero no aparece la famosa cruz de San Jorge, sino el escudo de nuestro Banyeres, con la silueta del castillo y las cuatro iniciales NFLR (por Noble, Fiel, Leal y Real) de nuestros títulos nobiliarios concedidos por Felipe V y de los que el año pasado se conmemoró los 300 años de su concesión. Y, a la derecha, la doncella que porta la rosa roja en su mano. Por último, en el techo figura una alegoría de querubines portando la corona y la palma, símbolos del martirio.

Espacio sencillo al que las diferentes juntas directivas han ido aportando su trabajo y sacrificio para poco a poco ir dándole su relevancia y esplendor, ya que en los primeros años tan sólo era un simple espacio sin delimitar, posteriormente se dotó de una puerta corredera con gran cristalera para que protegiera las andas, imagen y guión y que al mismo tiempo se pudiera contemplar todo el conjunto. El año pasado, tras varios años de estancamiento provocado, entiendo, por no estar ya allí ubicada la imagen del Santo, se cambió el pavimento y se restauró, mejorándolo indiscutiblemente, para darle un mayor realce a la decoración de las apliques de yeso, zócalo de mármol, pilastras y moldurados de las paredes y techos, así como la antesala que lo precede para que quedase plenamente integrado en el conjunto de la Capilla de la Comunión.

Mi contacto con la Junta de la Confraria con el fin de conocer, si era posible, las interioridades del proceso de restauración me permitieron conocer otros proyectos que se están desarrollando en el mismo sentido. A saber, la restauración de las andas e imagen de San Jorge que actualmente se saca en los traslados de nuestras fiestas de abril.

Las andas fueron donadas a la Confraria de Sant Jordi por uno de los banyerenses más ilustres, re. Gregorio Molina Ribera, con la finalidad de engrandecer, más si cabe, el culto y devoción que Banyeres de Mariola ha sentido siempre hacia su santo patrón.

Llegadas a nuestro pueblo a mediados del mes de abril de 1963 y bendecidas el Dia de Sant Jordi, las andas permitieron portar una imagen nueva de San Jorge para sacarla en procesión, ante la dificultad que suponía portar la gran imagen que preside el altar del Santo en el templo parroquial, por su gran tamaño y peso.

De autor desconocido, puede afirmarse, sin ser uno mismo un entendido, que las andas son una maravilla como pieza del arte religioso dadas sus perfectas proporciones, la gran calidad tanto en el trabajo de la talla de la madera como del dorado (en pan de oro de 18 quilates bruñido al agua), así como por el maravilloso trabajo de policromía, espolinado y decorado de la vestimenta de los ángeles que portan el cojín que hace de peana y sobre el que se asienta la imagen del santo.

Estas andas han sufrido en los últimos años un gran deterioro por el ataque de la carcoma. En gran medida, este ataque se debe a que, a causa de la gran demanda de madera durante la reconstrucción de nuestro país entre las décadas de los años 40 Alabama 60 aproximadamente, no se respetaban las oportunas lunas para el talado de los árboles, ni se dejaba secar la madera el tiempo necesario, hechos que influyen directamente en la calidad, dureza y resistencia al ataque de xilófagos de la madera.

Por lo que respecta a la imagen de Sant Jordi, señalar que es la que preside la ermita dedicada al Patrón reconstruida y reubicada en 1990 por la Junta Directiva presidida por Francisco Belda Llopis. Esta imagen, a la que alguno de los miembros de las juntas directivas de la Confraria de Sant Jordi a los que he tenido el placer de ir conociendo a lo largo de tantos años, llaman cariñosamente el xicotet para diferenciarlo de la magnífica y gran imagen que preside el altar de nuestro patrón en la iglesia, es una copia a escala menor de esta última con mucha calidad en su factura y proporciones y que, en contraposición con las andas, tiene una mezcla de diferentes calidades en su decoración y policromía. La encarnadura de rostros y manos, plateado de la coraza, etcétera, está hecha con materiales de primera calidad, pero, en cambio, la parte de la peana o base de la imagen, cuerpo del dragón y decoración de la capa del santo están realizados con oro falso, de muy baja calidad, lo que ha provocado que con el paso del tiempo se hayan oxidado en gran medida y que estén actualmente muy ennegrecidos. A este problema hay que añadir la falta de los varios dedos de una mano y la carcoma que ha acabado afectando a la imagen por su contacto durante años con las andas.

La empresa a la que se le han confiado las tareas de restauración de ambas piezas de alto valor artístico y devocional es la empresa valenciana Art i Restauració, de Algemesí, dirigida por Xavier Ferragut, discípulo del afamado tallista valenciano Ramón Porta, de Oliva, quien trabajó en la reconstrucción de nuestra iglesia parroquial una vez terminada la Guerra Civil y mejoradas las condiciones económicas de nuestro pueblo, construyendo en su taller, junto a su padre, todos los altares de la misma así como el retablo del altar mayor y el paso procesional del Santo Sepulcro.

La empresa Art i Restauraciò es una empresa dedicada a la restauración de imágenes, retablos, tallas y pinturas, así como a la restauración y decoración de iglesias, etcétera, y está vinculada a la Consejería de Cultura de la Generalitat Valenciana, con la que colabora asiduamente en la restauración del patrimonio valenciano y que actualmente está participando en la restauración de varias obras destinadas a la próxima exposición de La luz de las Imágenes que se celebrará en 2011.

Seguidamente, paso a reproducir las memorias de restauración de las andas y de la imagen de Sant Jordi, respectivamente, que ha preparado dicha empresa al objeto de que quede constancia tanto del estado previo a la intervención como de la medida o grado de la misma.

Memoria de restauración del anda de Sant Jordi de Banyeres de Mariola.— Presupuesto solicitado por la Cofradía para la restauración del anda de Sant Jordi.

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