Los de kaki también somos festeros


Miguel Martínez Sempere

Faz alguns anos, mi espíritu apasionado e inquieto me hizo pensar sobre una posible ausencia de Bañeres durante sus fiestas. Yo me imaginaba que supondría un considerable esfuerzo desprenderme de tomar parte en los vistosos desfiles de comparsas, dejar de escuchar las armoniosas bandas de música y sobre todo, no poder ver esa cantidad de rostros femeninos que durante estos días parecen estrellas desprendidas de la más bella constelación. Pero hoy reconozco mi error.

Apenas un año separado de mí pueblo, por estar cumpliendo el servicio militar, conocí la influencia que tienen nuestras fiestas sobre el espíritu de todo bañerense. Mientras vivimos en el pueblo y tomamos parte activa en la preparación de la fiesta, parece que llevemos a cabo nuestras obras de un modo rutinario, como la preparación de un espectáculo, y al llegar a estos días representamos nuestros papeles sin equivocarnos en lo más mínimo, todo lo que va sucediendo lo esperábamos con antelación, somos profesionales de aquella tramoya y muchas veces no sabemos apreciar el verdadero sentido de nuestras fiestas.

La imaginación es la madre de toda poesía y, ¿qué son nuestras fiestas más que un viejo poema?, un viejo poema rejuvenecido por la savia de la fe en San Jorge que se mantiene siempre fresca en nuestros corazones. assim, em seguida, al permanecer alejados de nuestro querido pueblo durante fechas tan señaladas, forzamos nuestra imaginación y lo que en nuestros sentidos es capaz de movernos al optimismo y la felicidad, la imagen que creamos en nuestra mente se acerca mucho a la realidad de nuestra fiesta, haciéndonos sentir un goce espiritual que sólo puede nacer de una obra noble como son nuestras Fiestas de Moros y Cristianos.

Por esto, bañerense que durante este año te encuentras prestando el servicio militar, yo sé que llegará a tus manos este Programa como llegó el año pasado y no faltará este año en las mías. Que no sea él causa de tristeza y melancolía en tu vida; piensa en aquel guerrero que supo sacrificar su vida por una causa noble, y vive “tus fiestas” soñando en nuestro Bañeres. Que nadie pueda decir que en el día de San Jorge, vio a un bañerense triste.

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