Al pie del castillo

El pueblo de Bañeres tenía una deuda pendiente con su Patrón San Jorge. Ya que desde hace muchos años dejó perder, la antigua ermita de Sant Jordi también llamada “El Conjurador”, que por causas de penuria económica y guerra acabó siendo destruida y finalmente acabó convirtiéndose tan sólo en un solar, que gracias a la inquietud de un vecino de Banyeres, no se perdió totalmente, ya que de forma particular compró el solar donde se encontraba, para protegerlo.

Durante muchos años la Cofradía en nombre de todo el pueblo había estudiado distintas posibilidades: la construcción de una nueva capilla, un monolito conmemorativo, una columna con la Imagen del Santo como testigo de que allí estaba la antigua Ermita llamada del “Conjurador”, etc..

Y finalmente el día 11 de enero de 2002 se presentó en todo el pueblo el proyecto del Monumento a Sant Jordi, que Banyeres de Mariola erigiría en honor y para mayor gloria de su Patrón San Jorge. Monumento que un año después el 9 de marzo de 2003 era tonto por el Arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó Vicente.

Quedaba así saldado el deudo que Banyeres de Mariola tenía pendiente con Sant Jordi, su querido Patrón.