Recordando mi primera visita en Banyeres, hace ya muchos años, y el encuentro en esta noble Villa de la Mariola con el Canónigo D. Tomás Belda Domenech, su hijo ilustre y antiguo profesor mío, pido a S. Jordi que la fiesta de su reliquia contribuya en este Año Jubilar a que los creyentes de Banyeres sean testigos creíbles de la misericordia de Dios que se ha revelado en el rostro de su Hijo Jesucristo.
Banyeres 4 septiembre. De 2016
Juan Miguel Díaz Rodelas