EN EL DÍA MÁS EMBLEMÁTICO Y EMOCIONAL DE LAS FIESTAS
Misa en el Cementerio en recuerdo de los difuntos
el día 25 de abril se celebró el último día de las fiestas de moros y cristianos, este año únicamente caracterizado por un programa de actos de carácter religioso.
El día más emblemático de las fiestas desde el punto de vista emocional, en lo que los festeros disparan salvas en recuerdo de los difuntos, acto único en el contexto de los pueblos que celebran fiestas de moros y cristianos, vio reducida su programación a la realización de la misa que se celebra en memoria de los seres queridos. No hubo ni salvas de honor con disparos de arcabucería, ni alzó de capitanes, ni escenificación de la conversión del moro al cristianismo ni ningún otro acto más del programa habitual, al igual que ocurrió en los días precedentes.
Debido a la masiva afluencia que suele registrar este acto, Parroquia y Cofradía de Sant Jordi acordaron la celebración de hasta cuatro misas, teniendo una de ellas como escenario la ermita del Santo Cristo, donde se convierte en el alzamiento de los capitanes. Se intentó dar cabida, de este modo, a las múltiples peticiones que se hicieron para poder asistir al oficio religioso y cumplir, de este modo, los aforos permitidos.
Este año, menos, el personal pudo acceder al Campo Sant. El año pasado fue muy distinto. En aquella ocasión la gente tuvo que estar en casa ante las restricciones de movilidad que supuso la situación de confinamiento.
Terminada la misa de las 12 de la mañana, que fue retransmitida por la TV Intercomarcal y Ràdio Banyeres, la Cofradía de Sant Jordi hizo público el resultado del sorteo de una lámina del Guión de Sant Jordi obra del artista local Manolo Granado. El cofrade afortunado fue Jorge Antonio Payá.
