las raíces, nuestras señas de identidad – Programa de Fiestas 2020

 

Descargar documento »

 

las raíces, nuestras señas de identidad – Programa de Fiestas 2020

Padre Ramón Micó Colomer
Retor de Santa María de Bañeres

 

Recuerdo con gratitud hace ya casi 25 años, al ser destinado a Bañeres como diácono y de curso de pastoral hasta mi ordenación sacerdotal en junio de 1997, cuando se hablaba de los restos que quedaban de la antigua ermita del conjurador, donde en su tiempo se encontraba la imagen del Sant Jordi el viejecito. Allí, en el conjurador, solamente quedaban las pequeñas ruinas de lo que un día fue una ermita, lugar donde el sacerdote con la Santa Vera Cruz y junto a la antigua imagen de nuestro Patrón rezaba las oraciones al Dios creador pidiéndole intercesión para evitar el mal de las tormentas tanto si venían de poniente, de la Peña la Blasca, del Alto de la Cruz, o bien temporal de levante.

Hay personas poco objetivas y con una mentalidad actual, que no tienen en cuenta el devenir de nuestra historia, cuestionando el por qué, con el tiempo, han dejado en desuso o se abandonaron e incluso se dejaron caer pequeñas o grandes ermitas, llegando incluso a cambiar las devociones de un pueblo.

Banyeres no es una excepción entre los pueblos de nuestros alrededores, podemos ver como en 100 años ha habido celebraciones religiosas que han ido cambiando según el acento sociopolítico, religioso y cultural de cada momento. Desaparecen en los últimos 70 años procesiones como la de San Luis Gonzaga, del Sagrado corazón de Jesús, de la Inmaculada Concepción e incluso se modifica la forma de llevar a cabo la procesión del Corpus, así como antiguamente cae en desuso el conjurador, que posteriormente se derruida, y muchos años después renace y resurge con más fuerza si cabe la figura de nuestro Patrón San Jorge, con la construcción de la ermita de San Jorge, dándole un mayor realce e importancia en el Traslado de San Jorge en las fiestas de abril, o también y en vísperas de nuestras fiestas patronales se mantiene la procesión del Encuentro después de la Vigilia de Pascua, etc..

Las causas son múltiples y diversas, sencillas o complejas según el punto de vista con el que se valoran, pero hay un hecho que influye especialmente en que en Banyeres tengan una mayor solidez en torno a la figura de San Jorge: la aparición hace ya casi 100 años de la Cofradía de San Jorge, con un objetivo muy claro que se define sin duda en el Artículo 3, apartados a, segundo, y c de sus estatutos aprobados por el arzobispado de Valencia el 9 de enero de 1999:

una) Promover el culto público al Patrón san Jorge, todo sintiéndose depositaria y custodia de legado religioso de gran magnitud y profundidad en la vida religiosa de nuestro pueblo en la vivencia de nuestra comunidad cristiana: la piedad y la devoción por San Jorge,

segundo) Asumir la responsabilidad y organización de los actos litúrgicos y religiosos en las Fiestas patronales.

do) Cuidar y custodiar la ermita de San Jorge y su imagen, el retablo del crucero del templo parroquial, altar e imagen procesional, camerino de la capilla, el bolardo y carroza procesional y todos lo objetos de culto que en cada pertenezcan a la cofradía”.

Creo que es necesario que nuestras cofradías tengan ya no sólo unos estatutos legalizados y también dados de alta e inscritos en el Ministerio de Justicia, y que se tenga que acudir a ellos cuando existan entre sus miembros dificultades, sino que, como bien indica la experiencia de la Iglesia y más concretamente en los órdenes religiosos, es donde aparece su propia legislación en lo que se denomina "la Regla", es decir, determinar claramente la forma de hacer. Asimismo, todas las cofradías deberíamos tener una reunión de forma periódica una vez al mes con unos objetivos claros, sencillos y asumibles por todos, a modo del capítulo de los grandes órdenes religiosos: oración, lectura de un pasaje del Evangelio o de la Biblia, una pequeña meditación y una profunda reflexión de todo lo que conlleva aparejado la vida de la cofradía. Con la única finalidad y compromiso personal de acrecentar nuestra fe y mejorar nuestra vida de creyentes, ya que sin este proceso de mejora y exigencia personal no podremos salvaguardar la herencia que hemos recibido y que tenemos el compromiso de transmitir a las generaciones futuras, debiendo ser en este compromiso de trasmisión del legado recibido sumamente responsables y exigentes.

Creo que es nuestro deber salvaguardar lo que hemos recibido, y más concretamente dentro de la fiesta, la que marca un hito en nuestro pueblo y en nuestra comunidad cristiana, y con la que debemos comprometer hacernos exigentement en valorar sus inicios, sencillos pero a la vez muy importantes.

Que el mártir San Jorge en el devenir y buen hacer de los tiempos nos ayude no sólo a preparar sino prevenir y mediar ante las grandes tormentas de la vida.

“Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los constructores.

Si el Señor no guarda la ciudad en vano vigilan los centinelas”

Deberá 127, 1