San Jorge y Valencia.


Ricardo Díaz de Rábago Verdeguer (cura Párroco),

Dentro de la línea de exposición y aportación de datos sobre la universalidad de nuestro patrón, San Jorge, y últimamente sobre su presencia más cercana, en concreto en Aragón, y antes de seguir el itinerario marcado por otros lugares (que abarca gran parte del planeta) pienso que es bueno realizar un punto de inflexión. Es como el caminante cuando recorre un camino o ruta previamente programada, necesita pausas, momentos de descanso. Normalmente en lugares tranquilos y sosegados. Y después, seguir el camino.
Y qué mejor que hacer esta pausa en un lugar muy nuestro, Valencia, el Jefe y hogar. Y cuando he dicho puntos de inflexión, lo he dicho porque en realidad voy a destacar solo unos puntos, y no toda la realidad de su presencia en Valencia. Puntos, sí, pero emblemáticos.
El primer punto de atención lo centraremos en el Palau de la Generalitat, lugar significativo por excelencia. Constantemente aparece el emblema de la Generalitat: Una trilogía de escudos, Santa María, San Jorge y el Ángel custodio de la ciudad. Fiel reflejo de la religiosidad del Rey Don Jaime, de sus devociones más queridas.
Si nos desplazamos desde el Palau hacia la Catedral, a solo unos metros, cruzando la plaza de la Virgen, en el paso entre la basílica y la catedral, en la girola-rotonda exterior, encontramos unas verjas de hierro y un pequeño altar con una inscripción en la que se indica que en ese mismo lugar se celebró la Santa Misa el día de la toma de la ciudad de Valencia por el Rey Jaime I.
Y en ella, un pequeño retablo rememorando la batalla del Puig, en la conquista de la ciudad. Allí aparece San Jorge, junto al Rey Don Jaime, en ese lugar tan emblemático para nuestra historia. Con una particularidad: la tabla es una copia de la celebre batalla del Puig, pero hay un cambio de ubicación de personajes sobre la tabla original. Las figuras de Don Jaime y San Jorge, a caballo, están cambiadas, dando preferencia a San Jorge, cuestión artística que ha sido cuestionada.
El tercer punto de atención lo encontramos en una fecha, también emblemática, institucional, el “Nou d’Octubre” y, en concreto, cuando la Real Senyera se traslada a la catedral para el canto del Te Deum, con todas las autoridades. Leemos en el libro de protocolo dels jurats de la ciutat que cuando se reúnen en la casa de la ciudad
“…oyen la misa, y acabada, adoran la reliquia del Señor San Jorge.”
Y cuando describe minuciosamente el orden de la comitiva para dirigirse a la catedral, figura
“la reliquia”.
Esto es lo que leemos, pero hoy este acto tan emblemático nos configura como pueblo. No cabe mejor lugar ni mejor momento. Hoy no tiene lugar ya el beso de la reliquia de San Jorge.
Y el cuarto punto lo encontramos también en otro lugar emblemático, la Catedral Metropolitana de Valencia. Ella es poseedora de la reliquia de San Jorge más insigne de la cristiandad y la más documentada históricamente. Mayor que la que se conserva en Jerusalén, mayor que la que se conserva en Roma, en la basílica mayor de San Giorgio in Velabro, mandada traer de Jerusalén a Roma por el Papa; mayor que la que se conserva en Venecia, en la Basílica de la Island of San Giorgio.
Quiero destacar que no he subrayado los lugares en que aparece San Jorge, sus pinturas, cerámicas, monumentos, imágenes, que las hay y en abundancia (en Valencia) sino el lugar institucional por excelencia que ocupa San Jorge en nuestra identidad como pueblo y como pueblo cristiano: Conquista de Valencia, 9 de Octubre, Generalidad, Catedral. Ahí ra-dica su importancia.
Es una alegría tener raíces tan recias históricas y tan emblemáticas en San Jorge, como pueblo, y como pueblo creyente.
Después de estos apuntes que destacan realidades emblemáticas–institucionales en Valencia, podríamos entonar con nuevo ardor lo que cantamos el día de San Jorge:
Con la fuerza del corazón,
Con el grito más puro, mi fuerte
En Sant Jordi cantamos todos.
Cantemos a su nombre.
Por eso una vez más, y con más propiedad, podemos proclamar en plenitud:
Vitol a nuestro Patrón San Jorge!

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