Moros y Cristianos “Los historiantes”en el imaginario Salvadoreño


Julio Martínez. Universidad Tecnológica de El Salvador

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La danza de los historiantes es una expresión de la cultura popular que se asume por muchos sectores de la población salvadoreña como propia. No es así, la danza o teatro de los historiantes es la historia de los conquistadores españoles que trasladan su victoria en España contra los musulmanes para que los pueblos originarios asuman esa tradición y puedan introducirse en ella nuevos elementos algunos propuestos por los mismos conquistadores españoles, otros por los pueblos originarios y otros por sacerdotes españoles en un afán de utilizar los medios necesarios para evangelizar a los indígenas.

La tradición oral y la transferencia escrita de la memoria ha modificado los textos y hoy están distintos a los originales, la música no es española y a pesar de todo, la danza se ha asumido como propia.

Palabras clave: Historiantes, danza, moros, cristianos, tradición

RESUMEN

La pieza teatral de los historiadores es una expresión de la cultura popular es asumida por varios sectores de la población salvadoreña como su propio. No tan, danza y el teatro de los historiadores es la historia de los conquistadores españoles que trasladen su victoria en España contra los musulmanes para que los pueblos indígenas a asumir que la tradición y la introducen en sus nuevos elementos que son propuestas por los mismos conquistadores españoles, otros para los pueblos indígenas y otros por los sacerdotes españoles en un esfuerzo por utilizar los instrumentos necesarios para evangelizar a los nativos. La tradición oral y la transferencia de la memoria escrita ha modificado los textos y ahora son diferentes de los originales, la música no es español y, sin embargo, la danza se ha tomado como su propio.

palabras clave: Historiantes, danza, amarra, cristianos, tradicion
BREVE ALUSIÓN A LA CONQUISTA Y RECONQUISTA

La España actual no siempre ha sido lo que es, de hecho, a pesar de que a nosotros en el continente americano nos resuena la imagen de la “España conquistadora y avasalladora” su historia no ha sido siempre así, como todos los pueblos y como todo en la vida hay luces y sombras, altos y bajos.

A inicios del siglo VIII, como resultado de las complicaciones de los visigodos, y la idea de los musulmanes de una “guerra santa”, se introducen ellos los musulmanes por la fuerza en el norte del África y en el sur de España y en poco tiempo habían ocupado Toledo, Zaragoza y el centro de la región, dejando apenas la Cantabria y la zona de los Pirineos sin establecerse.

“Aprovechando la crisis interna del reino visigodo, envuelto en una de sus constantes luchas internas por el poder monárquico, tropas musulmanas, compuestas por árabes y beréberes, cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 iniciando la conquista de la península ibérica”. [CITA Ala15 l 17418].

Esta ocupación no sería tan corta, de hecho preñó a la cultura española con sus ideas, valores, religiosidad, arquitectura, cocina y demás elementos culturales como las formas de riego, la fabricación de cerámica, la confección de tejidos y tapices, el procesamiento de los metales tan útil en la conquista española sobre los pueblos originarios de América, lengua, alquimia, ciencias como las matemáticas, astronomía y medicina y ya no se diga de elementos de carácter político que se vieron influidos del vínculo religión-poder al establecer califatos como el de Al Ándalus y el de Córdoba.

No es raro pues que los pueblos conquistadores se imponen en todo sentido a los pueblos a los que someten. La intencionalidad de una conquista atraviesa la imposición, es cierto, pero también la ideologización, la culturización con nuevos elementos que formarán costumbres nuevas y que harán menos complicado el gobierno que se establezca.

Nunca abandonaron los españoles la idea de superar ese amplio período histórico y esa idea se convirtió en el motivo de la existencia, en una lucha permanente, y no fue sino hasta la llegada del reino de los cristianos que el asunto tuvo éxito.

No se puede hablar en estricto sentido de una reconquista en la medida que los cristianos como reino no fueron despojados del territorio y el control sobre la población. Los cristianos pelean una lucha para desalojar a los musulmanes y asumir el control del territorio y la población a través de su poder.

Ellos asumieron como propia la tarea de expulsar a los musulmanes en un proceso que culmina en enero 1492 con la caída del Reino, Emirato o Sultanato de Granada, que es anexado a la Corona de Castilla.

Esos largos setecientos años marcaron una huella indeleble en los habitantes de la región, digamos en los herederos de los visigodos, y como resultado se impulsaron las fiestas de la expulsión, que para algunos es recuperación del poder en el territorio.

Esas fiestas del triunfo español en España se celebran hoy día en muchos lugares del mundo como resultado de la transferencia cultural del conquistador hacia los pueblos hacia los que se impuso el dominio religioso, político y cultural; esta celebración no asume el mismo sentimiento de alegría de la expulsión de los musulmanes o de la recuperación del control del territorio, las formas que se adoptan en cuanto al origen, sentido e identidad son distintas.

EL IMPERIO ESPAÑOL

Una nueva era había comenzado para España. Junto con la expulsión de los árabes también surge la idea de nuevas rutas comerciales y la identificación de un continente hasta ese momento desconocido para el mundo europeo (no tanto, siendo que vikingos y chinos le conocen antes que los españoles, pero no desarrollan procesos de conquista, aunque en el caso de los vikingos sí de poblamiento).

España inició un proceso de exploraciones primero, y luego de conquista sobre el continente americano, iniciando sus guerras en las Antillas, como es el caso de los pueblos siboney o taínos en la actual isla ocupada por la República Dominicana, y Haití, tanto como en Cuba o Puerto Rico.

El paso siguiente fue más continental, así lo que conocemos hoy como La Florida y otras regiones del sureste del actual Estados Unidos y luego se propuso el ingreso a México por el Golfo o Mar de Cortés, Centroamérica y la mayor parte de la región del Sur de América, exceptuando la región de Brasil.

Las guerras de conquista en el continente encontraron a pueblos con fuerte defensa de sus territorios, ejércitos armados en diversas formas, aunque sin alcanzar la tecnología del ejército español. Diamond lo recoge de los cronistas de la conquista, tales como Francisco de Xerez:

“Porque si los romanos tantas provincias sojuzgaron, fue con igual o poco menor número de gente, y en tierras sabidas porque, si los y proveidas de mantenimientos usados, y con capitanes y ejércitos pagados. Mas nuestros españoles, siendo pocos en número, que nunca fueron juntos sino doscientos ó trescientos, y algunas veces ciento y aun menos; y el mayor número fué sola una vez veinte años há, que fueron con el capitán Pedrarias mil y trescientos hombres. Y los que en diversas veces han ido no han sido pagados ni forzados, sino de su propia voluntad y á su costa han ido; y así, han conquistado en nuestros tiempos más tierra que la que antes se sabía que todos los príncipes fieles y infieles poseían” [CITA dia15 l 17418]

De tal forma que ejércitos españoles con pocos soldados y aliados con guerreros de los pueblos originarios de América fueron capaces de someter a grandes y aparentemente fuertes ejércitos, un caso ejemplar es el de Atahualpa en Cajamarca, el Moctecuzoma en Tenochtitlán, o el de Atonatl en Tacuzcalco.

A fines del siglo XVI, también penetraron en los archipiélagos del Pacífico y establecieron la conquista de las islas Filipinas, Marianas y las Carolinas. En el África tomaron Melilla, Mazalquivir, Vélez de la Gomera, Orán, Argel, Bugía y Tripolien constituyendo la Nova Hispania.

El imperio español se amplió y los conquistadores se establecieron imponiendo formas de ejercicio del poder, costumbres, religión y en general la cultura, incluso sus propias celebraciones, como es la relacionada con la expulsión de moros por parte de los cristianos de España, la que continuaron celebrando en las nuevas regiones conquistadas y que fue siendo asumida por los habitantes sometidos a todo eso mismo, el poder, las costumbres, la religión y la cultura en general. Eso incluyó las celebraciones mismas de los españoles, pero de una manera extraña.

Pleitez menciona que la danza puede remontarse mucho tiempo atrás en la historia relacionada con la expulsión de los musulmanes:

“…se sostiene que sus orígenes se encuentran en la dominación musulmana en España (771-1002), en donde la primera referencia documental de la danza se vincula a la boda del Conde de Cataluña, Ramón Berenguer IV, con Petronila, Reina de Aragón. Esta fue celebrada en la Catedral de Lérida en el año de 1150. En esa boda se fingió un combate entre moros y cristianos” [CITA Ple00 l 17418]

Ese detalle sin embargo no parece del todo asumido por otras referencias a la danza, más bien hay una vinculación con la expulsión de los musulmanes de España.

Conquista de América Y IMPUESTOS DE CULTURE

La conquista de América significó para los españoles la imposición del poder político junto con la cultura, la necesidad de imponer una manera particular de pensar desde los conquistadores atravesaba también por la importancia de hacer olvidar el pensamiento de los pueblos originarios. No se conquista solo el territorio y la población sino también su pensamiento, su ideología.

También para el español conquistador era importante como lo es para cualquier migrante, tratar de mantener sus tradiciones y relacionarse con su origen a través de la reproducción y difusión de sus costumbres. No perder la identidad propia es más complicado cuando el proceso migratorio hace que el migrante se encuentre en desventaja, no era este el caso del español, tenía todas las ventajas de tal forma que podía mantener su identidad desde su posición de poder. Como veremos, mantenerla y reproducirla.

Desde luego que un asunto crucial en la imposición de la cultura lo tiene la religiosidad, especialmente lo católico, como una visión y aspiración de la monarquía en el propósito de evangelización de los pueblos y nuevos súbditos.

El español conquistador y colonizador en América hizo algo más: Fue capaz de introducir su fiesta de celebración de la retirada de los musulmanes de España, agregando además detalles importantes relativos a la conquista e historia de la victoria sobre México-Tenochtitlan en el caso de México [ CITA Ple00 l 17418 ], claramente remarcando el dominio del español sobre el indígena, como un asunto ideológico que recalca el sometimiento.

Si bien, los historiantes representan imposición de poder militar y político, también se vincula con mucha mayor claridad a la imposición y sometimiento de las cuestiones ideológicas y religiosas. Como en muchos otros casos, la idea de sincretizar la cultura era una estrategia para imponer la religión, así:

“…la política misionera de los primeros franciscanos en México: favorecer que los indios integraran sus diversiones tradicionales con las aportadas por los conquistadores, para que mejor aprendieran los Evangelios.” [CITA Bri15 l 17418]

Las formas de imposición cultural se producen también a través del arte, y uno de los elementos que mejor la impone de una manera laxa, afable, pasiva es la música. Hace algunos años, los franceses en 1995, decidieron crear un estado de excepción cultural que llevó a establecer una serie de tasas impositivas a la importación de la cultura, como una manera de defender a su pueblo de la influencia de valores externos que podrían considerarse nocivos, todo eso en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio y Servicios (GATS por su siglas en inglés)

Eso no lo pudieron hacer los pueblos originarios que debieron someterse y aceptar la influencia cultural y la imposición religiosa, los españoles se introdujeron en la ideología y las pertenencias de los pueblos originarios, y así establecerse:

“…el baile fue utilizado aquí por los españoles, en su afán de conquistar tierras para su rey y catequizar gente para su religión”. [CITACIÓN Mij15 l 17418],

El logro fue impresionante, quinientos años más tarde, aun los pueblos continúan bailando y danzando la historia. Los pueblos originarios han sabido aprender esta danza y baile de la historia de los moros y cristianos y asumirlo como un elemento cultural propio y que muchos salvadoreños asumen como originario, sin cuestionárselo.

Probablemente no era esta la intención, hipotéticamente puede considerarse que los españoles trajeron la danza y la celebraban mientras los pueblos originarios la miraban y aprendían, hasta tal punto de asumirla.

Otra posibilidad que bien cabe es que, los españoles de la colonia tratando de mantener su identidad con su historia y costumbres, y además celebrando este hecho crucial en su relación con los musulmanes, que significa un hito importante en el hilo de su historia y trayendo su propia cultura en la misma manera que los salvadoreños lo hacen en el norte de América o en cualquier país europeo hoy día, buscaron la forma de sentirse arraigados a su patria, a su terruño.

En ese buscar, enseñaron a los indígenas los parlamentos y la música de la historia de los moros y cristianos, repitiendo cada año en una época determinada, el baile o teatro de la calle de los moros y cristianos.

Las generaciones de indígenas trasladaron sus elementos culturales, lengua, producción, costumbres, y ahí, la religión ya fuertemente establecida también fue pasando de padres a hijos. La fiesta de moros y cristianos se enraizó tanto en los pueblos originarios que la consideraron suya propia y así también la trasladaron a los hijos y estos a los hijos de los hijos hasta hoy.

En ese tránsito debemos entender que ha tenido variaciones, cambios sencillos y también profundos.

En muchos casos, el aprendizaje fue, ha sido, es fiel y hasta mejorado o transformado en una historia igual pero distinta:

“En México, y en todas las partes do hay monasterio, sacan todos cuantos atavíos e invenciones saben y pueden hacer, y lo que han tomado y deprendido de nuestros españoles; y cada año se esmeran y hacen más primos, y andan mirando como monas para contrahacer todo cuanto ven hacer, que, hasta los oficios, con sólo estarlos mirando sin poner la mano en ellos, quedan maestros como adelante diré” [CITA Mot55 l 17418]

Una parte de la población asume ingenuamente como “originaria” la danza de los historiantes o moros y cristianos, y desconoce su verdadero significado y la importancia que tuvo en su momento como elemento cultural, ideologizador y de dominación.

No son solamente pueblos con fuerte presencia indígena los que consideran así esta danza de la historia, también muchos estudiantes, profesionales y sociedad en general tienen esta percepción: “los historiantes es una danza de pueblos originarios”1 es una de las frases que uno puede escuchar ante la pregunta hecha: ¿Dónde nacen los historiantes o moros y cristianos?

Como se ha indicado, se excluyen explicaciones valiosas para la comprensión de la danza: “…uno de los grupos más representativos del folklore de El Salvador; Los Historiantes de la ciudad de Panchimalco localizada a 17 km de San Salvador” [CITA Fol15 l 17418]

¿Folklore de El Salvador? La asunción de esta originalidad de la danza tiene varias explicaciones, una de las más fuertes es que los danzantes, los actores del teatro son en su generalidad población de los pueblos indígenas. Extrañamente pueblos mestizos o ladinos, no realizan la danza.

La fuerza de la presencia cultural española se explica a partir de la debilidad de la presencia de la cultura de los pueblos originarios, no porque haya desaparecido sino porque se hizo desaparecer, los historiantes se explican a partir de la conquista:

“Tiene su origen con la llegada de los españoles a Cuscatlán, siendo una mezcla de la cultura de los indios cuscatlecos y la cultura de los conquistadores que llegó a borrar casi todo vestigio de las danzas tradicionales indígenas dando como resultado una nueva cultura híbrida” [CITA His15 l 17418].

El tiempo, el desvarío de la memoria y la intencionalidad de confusión para imposición, establece que la historia contada por la danza desobedece a la propia historia, existe por la falta de fidelidad a la que hemos aludido antes, una historia creíble, eso sí, hay una historia fantástica, una mezcla de fantasías. Incluso uno de los sociólogos más importantes2 determinó que los textos no eran tan importantes siendo que había mucha tergiversación de los originales. Marroquín consideró que una historia de moros y cristianos transformada a través del tiempo, no era de importancia cultural.

“(Marroquín) También descalifica la memoria histórica de la comunidad por entremezclar personajes y épocas sin un orden temporal lógico, según el juicio científico vigente. Sólo se acepta válida una visión positivista y lineal en su continuo progreso inevitable” [CITA Lar15 l 17418].

En realidad, esta transferencia sistematizada y tergiversada es ya de por sí, valiosa culturalmente. Nos indica la apropiación de los indígenas de una historia no propia, asumida como propia posteriormente, transformada en su contenido y adaptada en su esencia. Todo ello lo hace importante culturalmente.

LA DANZA DE LA HISTORIA O MOROS Y CRISTIANOS COMO IMPOSICIÓN CULTURAL

Las celebraciones españolas integraban diversos motivos, algunas se relacionaban directamente con la religión. La influencia de los reyes católicos y su herencia fue muy fuerte y desde luego, se percibía la integración de la visión de la religión con la política, el poder.

Otras fiestas se establecen como parte de aspectos de entretenimiento, tales como la fiesta de toros y algunas celebraciones que se vinculan a cuestiones históricas como la de moros y cristianos que celebra la salida o expulsión de los musulmanes del poder, en términos generales a esto que algunos llaman la reconquista.

Es importante destacar que esta es una fiesta española muy propia que obedece a una historia muy propia y que seguramente como sucede en muchas culturas, el hecho de triunfar en la confrontación y la lucha y además salir triunfante da un orgullo muy propio.

Sin embargo, la danza o teatro de los Moros y cristianos se celebra en varios países de América: México, Guatemala, Honduras, El Salvador,

Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú, Filipinas y en la Isla Korchula en Croacia. Tiene un alcance importante tanto como el que tuvo el imperio español en su momento en los siglos XVI, XVII y XVIII.

No parece existir esta tradición en países antillanos, aunque sin poder asegurarlo. Claramente no existe en Cuba a pesar de ser una de las primeras islas de conquista española y sede de los primeros conquistadores continentales.

Uno de los hechos interesantes de esta transferencia cultural es que la fiesta de moros y cristianos no es una celebración que hoy día y al menos en El Salvador hagan españoles, o sus hijos o quienes por razones de “sangre” como manifiestan algunos, se sientan españoles.

Es una fiesta que es celebrada por pueblos indígenas, en el caso de El Salvador por gente de Panchimalco, Izalco, Tejutla, Tepezontes, Texacuangos, nonualcos, Nahuizalco y en otras ciudades como Alegría en Usulután, Ciudad Delgado, Santo Tomás, San Martín, San Antonio Abad, Chinameca, Ilobasco, Apastepeque, San Vicente, Conchagua y otros[CITA Mar07 l 17418].

En Guatemala, este teatro popular o danza tiene particularidades ya que existe una adaptación a la realidad guatemalteca con personajes regionales, sin embargo, esencialmente el contenido, el fondo del baile representa lo que ha sido necesario representar a partir de la historia: una lucha, vencedores y vencidos.

Pareciera en este caso que intencionadamente ha existido la necesidad de integrar la danza a la realidad de los pueblos originarios para cumplir con el “apropiamiento” de la población local, dejando siempre la lección moral que resulta necesaria para el colonizador, lo que denota también una intencionalidad más allá de la mera celebración de la salida de los musulmanes de España, la aceptación de la doctrina católica.

En Jutiapa, Guatemala hay un baile llamado “El baile de la conquista”, que es ni más ni menos que una copia de la danza de moros y cristianos:

“Aparentemente, este baile representa una adaptación del tema de la danza española de “Moros y Cristianos”. La versión de Guatemala, incluye una mecánica similar pero con héroes locales.
En efecto, en ambos casos el enfrentamiento entre los dos grupos culmina con la conversión al cristianismo del grupo derrotado”[CITA Ciu15 l 17418].

“El baile de la conquista”, tiene también trasfondos que van siendo tergiversados o adaptados en cada caso. No hay adopciones del baile debido a que no se usan los parlamentos originales de moros y cristianos, sino los que se van creando a partir de una realidad local.

El caso de Jutiapa con “el baile de la conquista” es muy interesante claramente se evidencia que los pueblos originarios adaptaron el baile de moros y cristianos a su propio interés y conveniencia.

La razón por la que son los pueblos originarios los que mantienen la tradición debe vincularse hipotéticamente a que los españoles probablemente enseñaron esto a los indígenas para que lo danzaran y el grupo de criollos y españoles colonizadores se divirtieran.

Los indígenas usan el baile, el texto y lo adaptan posteriormente a su necesidad de transmitir un mensaje distinto al original de la historia española, así por ejemplo:

“Los indios y los españoles utilizan máscaras con piel rosada y bigotes. Sin embargo, las máscaras de los españoles tienen el rostro serio, mientras que los indios van sonrientes.
El traje de los españoles consiste en pantalones cortos, chaquetas de terciopelo morado y botas negras. Los indios, por su parte, utilizan atuendos más elaborados: capas de terciopelo de colores con bordados e imitaciones de piedras preciosas y espejos. Además, llevan pantalones cortos de algodón, sandalias y sombreros con adornos de papel o plumas de colores” [CITA Ciu15 l 17418].

Las fiestas en las que se presentan moros y cristianos son generalmente religiosas y en distintos lugares, los propósitos de difusión y propaganda del español colonizador se mantienen para mostrar su fuerza, su poder y el vencimiento del cristiano al no cristiano. Sin embargo, se han introducido nuevos matices que no formaron parte de su objetivo original y que más bien introducen elementos regionales o locales.

Estos nuevos elementos introducidos no tienen nada que ver con los moros ni con los cristianos, y forman parte de un imaginario previo a la llegada de los españoles [CITA Iza15 l 17418].

No siempre la celebración generalmente religiosa, en donde se presentan los danzantes cuentan localmente con bailarines, en algunos casos deben contratarse para que se presenten en el lugar, y existen algunas compañías de danzantes que se especializan en bailes como “El tigre y el venado”, “el cuche de monte”, “torito pinto” y otros” [CITACIÓN Mij15 l 17418].

Otro elemento que debe anotarse es la ausencia a la fidelidad del texto por razones obvias:

– Los textos fueron pasados de españoles a indígenas que se encargaron del teatro danzante.

– Los textos originales fueron perdiéndose y la tradición oral fue convirtiéndose en la memoria del texto.

– Los indígenas y otros danzantes modificaron o crearon nuevos textos buscando seguir la línea original, pero no de manera fiel, sino como la tradición oral lo recordaba.

Por ello, probablemente es que se encuentran diálogos modificados, y no puede ser de otro modo. En algunos casos como el de los Historiantes de San Antonio Abad, Celio López3 guarda y reproduce los textos que ha mantenido durante años, sin embargo en otros casos:

– Los danzantes o practicantes del baile, han fallecido.
– Los textos originales desparecieron
– Los más jóvenes en muchos casos no han mantenido la tradición
– Los más viejos narran el texto como apenas lo recuerda.
– La cultura transformadora y adaptante se ha encargado de incorporar temas y expresiones contemporáneas.
– La música que acompaña al texto español es realizada con pito y tambor en muchísimos casos.

A pesar de todo ello, los historiantes es, el más popular de los bailes y teatros danzantes salvadoreños, quizá sea el más importante de todos por sus implicaciones ideológicas, políticas, culturales y sociales. Los grupos de danzantes:

“…dan vida con grandes esfuerzos a una de las manifestaciones folklóricas más conocidas en nuestro país como es bailar «la historia» la «El baile de los historiantes» lo «Moros y Cristianos» [CITA Gar15 l 17418].

El más popular, sobradamente.

NOTAS AL PIÉ DE PÁGINA:

1.- Contestación de un estudiante de segundo año universitario

2.- Alejandro Dagoberto Marroquín

3.- Celio López dirige el grupo de danzantes Los Historiantes en el antiguo pueblo, hoy Barrio de San Antonio Abad en San Salvador

REFERENCIAS

Al Andalus. (15 de julio de 2015). Obtenido de Evolución política de Al-Ándalus: la conquista, el emirato y el califato de Córdoba: http://www.historiasiglo20.org/HE/2a.htm

Avelar, mi. (10 de septiembre de 2015). Izalco piadoso. Obtenido de http://www.izalcopiadoso.net/escritos/historiantes.html

Brisset Martín, re. mi. (4 de septiembre de 2015). Gazeta de Antropología, Universidad de Granada. Obtenido de http://www.ugr.es/~pwlac/G17_03DemetrioE_Brisset_Martin.html'3 .

Folklor de El Salvador. (16 de septiembre de 2015). Obtenido de http://www.folklordeelsalvador.com/HISTORIANTES DE PANCHIMALCO.htm

Garabatos y otros. (8 agosto 2015). Obtenido de
http://garabatosyotrost.blogspot.com/2012/11/los-historiantes-de-panchimalco.html

Historiantes. (9 de septiembre de 2015). Obtenido de
http://historiantes.blogspot.com/2007/01/los-historiantes-de-el-salvador.html

Lara Martínez, R. (14 de marzo de 2015). Historia cíclica de la violencia según los Historiantes. Diario Latino, pág. 1.

Mijutiapa.com. (8 agosto 2015). Mi Jutiapa. Obtenido de http://www.mijutiapa.com/

Morales, do. (5 de septiembre de 2015). Ciudad Vieja, Sacatepéquez. Obtenido de
http://iglesiadeciudadvieja.blogspot.com/2010/05/historia-del-baile-de-la-conquista.html

Motolinía, F. F. (1555). Historia de los indios de la Nueva España. Tlaxcala, México.

Pleitez, METRO. (2000). «La Danza de Moros y Cristianos: manifestación
artística que se niega a morir con el paso del tiempo». theoretikos, s / n.

Wikipedia. (16 de septiembre de 2015). Obtenido de
https://es.wikipedia.org/wiki/Danza_de_los_historiantes