La Reliquia y los mayores


aleluia, Folha paroquial no 2018

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Una de las características de la fiesta es que abarca a toda la colectividad. La fiesta no se ciñe a un grupo, es integradora. En el evangelio cuando se nos habla de la fiesta (“el banquete de bodas”) leemos que el rey mando a los criados, cuando todo está preparado con un mensaje claro: “A todos los que encontréis, invitadlos a las bodas”.

Uno de los signos integradores de la fiesta es la participación de los niños en la misma. Es de las pocas cosas de losmayoresen la que participan plenamente los niños.

Más aún en los lugares donde celebran las fiestas de moros y cristianos (los pueblos con historia, no los que se han incorporado últimamente a estas fiestas) no conciben la fiesta sin la visita al Asilo, Residencia, Hospital, Orfanato, Preventorio etc. Nadie debe quedar excluido en la fiesta.

Esta es ladiferenciaentre las fiestas de moros y cristianos en los lugares de origen y cuna de estas fiestas, y en los pueblos que han creado estas fiestas con posterioridad. No llegan a lasraíces cristianas de la fiesta”. Esta es una de las dimensiones cristianas de nuestras fiestas.

En Banyeres no teníamos ni asilos, ni hospicios, ni hospitales. Nuestros enfermos y mayores han estado en sus casas. Pero hoy nuestra realidad ha cambiado. Es un signo de la vivencia auténtica de nuestra fiesta ir incluyendo estas realidades, estas personas en el ámbito de la fiesta. Este año ha cristalizado en la visita de la reliquia al colectivo más numeroso de mayores y enfermos, hoy en el geriátrico de Banyeres.

Remarcamos el sentido comunitario de las fiestas. Hace ya unos años, que en la procesión de la reliquia se da besar la reliquia a los mayores que habitualmente ya no salen de casa, y viven o residen en las calles del recorrido de la procesión.
Todos recordamos aun la visita de la reliquia a los enfermos, en el centenario de la reliquia. Pero a día de hoy esta realidad tan emotiva de poder besar la reliquia, los enfermos y mayores, aun no se ha encontrado el cauce adecuado para que esto sea posible.

CRÓNICA

Aunque de forma sucinta y escueta debe quedar en Aleluya una breve reseña, una breve crónica, de lo vivido el domingo.

Un acierto la propuesta de visitar, la reliquia, a los residentes en el geriátrico. Una gran alegría para los residentes.

El acto estuvo cuidadosamente preparado, tanto por la Confraria de S. Jordi como por la gerencia y personal de Geriátrico. Nuestra gratitud y nuestra felicitación.

La presencia de las autoridades, mayorales dio una relevancia significativa al acto.

El marco y ubicación de la celebración fue muy acertado.

El besar la reliquia los residentes: Muy emotivo.

Que la dinámica rebosante de la fiesta no pierda estos valores integradores, estas raíces cristianas.

NOTA ACLARATORIA.

A muchos personas les extrañó que excepto los familiares y autoridades, el pueblo, la gente, quedo fuera del recito del Geriátrico.
No era nada excluyente, es seguir las normas de seguridad que rigen para esta clase de concentraciones con enfermos y discapacitados.

Las personas que hayan asistido a algunos de los actos con enfermos que se celebran en Lourdes, lo habrían visto: Uno puede estar en la explanada junto a la gruta, pero cuando se celebra con enfermos todos los asistentes y peregrinos quedan fuera del marco de seguridad (ante cualquier imprevisto) y de pie. Y este acto ha sido similar.