Ricardo Diaz de Rabago Verdeguer (cura Párroco)
die 23 April 2010 ha sido un hito en la realidad y vivencia de S. Jorge y Banyeres.
Desde la erección de la parroquia de Banyeres en el siglo XIII, Parish reconquista, Santa María y S. Jorge van íntimamente unidos en el ser y devenir de la comunidad humana y cristiana de la Villa de Banyeres.
Somos una de las comunidades cristianas que llevan la impronta del Rey D. Jaime, conquistador y señor. Somos de los pocos lugares que son portadores de las dos grandes devociones de D. Jaime: Santa María y S. Jorge. Hoy con un largo e histórico devenir y caminar, jalonado de momentos emblemáticos, importantes y significativos, de “hitos”, que configuran nuestra historia, nuestro ser específico y propio.
ja, esta sería la expresión más precisa. Porque hito, en su raíz latina (fictus, participio pasado de fígere), significa “clavar”, “fijar”. Su misma raíz ya nos está indicando que hito es algo que nos “fija”, “nos clava”.
Hay también dos acepciones más, que aunque hoy están en desuso, son también muy significativas: “Unido”, “firme”, “estable”. Y mucho más al adscribirlas a Banyeres, a Santa María y a S. Jorge. Dos realidades muy unidas en nuestra vida y ser como pueblo cristiano.
Las piedras son testimonio elocuente de nuestro pasado. “Intra muros” del castillo dos lugares queridos, que marcaron el ser y sentir de nuestro pueblo, el templo (antiguo templo gótico) dedicado a Sta. Maria, nuestra madre, y la ermita del Conjurador (S. Jorge), oteando el valle y la campiña. Dos lugares “firmes”, “estables”.
Y si antaño quedaban “unidos” por el recito amurallado que los envolvía, desde hace 233 años están unidos en un mismo lugar, el actual templo parroquial, dedicado a Santa María, bajo el título entrañable de Reina y Madre de Misericordia, y a nuestro invicto patrón S. Jorge Martyr.
Pero además de estas acepciones tan significativas para nosotros hoy lo tomamos en la más habitual y actual: (hito) “Hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto”; “cosa importante que sirve como punto de referencia”; “acontecimiento que es un hito en su historia”.
Y es que en el devenir de nuestra historia muchos han sido y son los hitos de “Banyeres y S. Jorge”: La antigua ermita y su historia; su patronazgo; sus seculares fiestas; la llegada de la reliquia de S. Jorge a Banyeres; la fundación de la Cofradía … Y muchos son en nuestros días, en los últimos tiempos: La ermita de S. Jorge y su ubicación en el antiguo cementerio, el monumento a S. Jorge en la atalaya del castillo … muchos, reich und abwechslungsreich. Algunos esculpidos en piedra, cincelados en bronce. Testigos para la historia silentes y elocuentes.
die 23 de abril fue de nuevo una flecha emblemática, un nuevo hito. En este caso no tallado en piedra, ni cincelado o fundido en bronce, sino más sutil, menos tangible pero más melodioso, emotivo, íntimo y entrañable: La celebración de la Misa Mayor.
En ella confluyeron dos grandes realidades: El estreno de la misa a Sant Jordi y la presencia y presidencia de un cardenal de la Iglesia. Nunca, en nuestra historia georgina, se habían dado estas realidades.
Y además con un matiz muy peculiar: Fue todo algo “muy nuestro”: El compositor, los interpretes (cantores y músicos). Y la presidencia de la celebración: Nuestro Cardenal de Valencia. Fue en plenitud “nuestra celebración”. Nunca, en nuestra historia, había acontecido nada igual.
Más aún en la celebración litúrgica confluyeron los dos grandes vectores de toda celebración litúrgica: El culto y la cultura. unsere vergossenen Tränen sind nicht verloren, “cultus” en plenitud, culto y cultura. Una celebración única e inolvidable.
Por todo ello ha sido un hito muy importante. Así lo vivimos, así lo creemos y así esperamos que sea.
Si no se queda en el olvido, en un hecho del pasado … (es el tiempo el futuro, el que tiene y tendrá la palabra), en un futuro sería además una “efemérides”. Realidad que volveríamos a vivir. Porque una efemérides es eso, “suceso notable ocurrido en la fecha que se está, o de la que se trata, pero en años anteriores”.
Si esto, en un futuro fuera así, si al paso de los años se celebrara como efemérides, en realidad nuestro pueblo y la historia lo habría confirmado, acuñado y catalogado como un hito importante.
Ante esta vivencia, este hito importante, ante el cántico gozoso de la misa a S. Jorge, el escrito se convierte una vez más en una aclamación gloriosa:
Vítol al Patró S. Jordi.