Banyeres a través del tiempo: Luchas, asedios e inclusiones austracistas bañeras que sufrieron durante la Guerra de Sucesión. 2ª Parte


Juan Carlos Hernández Teruel

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En continuación a la primera parte expuesta en el Programa de Fiestas del año pasado se concluirá, en esta ocasión, con las luchas, asedios e inclusiones austracistas que Banyeres sufrió durante la Guerra de Sucesión y que corresponden a los días que sucedieron con fecha concreta. Proseguiremos con los sucesos acaecidos entre los términos de Banyeres y Bocairent. Para la próxima edición nos adentraremos con los ocurridos sin un día señalado, a lo que intentaremos desvelar su momento aproximado. Para ello se ha contado con las colaboraciones citadas en la edición anterior.

CONTINUACIÓN CON LOS SUCESOS OCURRIDOS CON UNA FECHA CONCRETA

En este primer apartado terminaremos con los hechos ocurridos en el asedio del día 14 de noviembre de 1706, domingo, considerado como la última inclusión austracista que Banyeres tuvo que soportar durante dicha guerra. Para ello, exponemos primeramente un fragmento de una carta que se encuentra entre los documentos escritos de Laureano Ballester, numerada por él mismo como 42, la cual fue enviada por la Universidad de Bañeres al Rey Felipe V, en que con la petición de unos privilegios, comenta cuanto sigue:

“/(F. 68v) …Añadiendofe el aver fido tal el encono de los Enemigos contra la Vniverfidad, que la fitiaron formalmente tres veces con Tropas regladas, y la vna de ellas con mas de tres mil y quinientos combatientes, que fe componian de fiete Regimientos, fin los Paisanos, que Ferian pero el mil; los quales abançaron el Lugar, le entraron, faquearon, y quemaron la mayor parte de èl, pero retirandofe los vecinos al Caftillo, aunque derruido, y fabrica muy antigua de tiempo de Moros, hizierõ defde èl tan valerosa defensa con las pocas minuciones que tenian, y piedras que les ofrecia el terreno, que aviendo muerto, y herido muchos de los Enemigos les obligaron à levantar el fitio, y retirarfe.”

Asimismo presentamos lo que D. Francisco Berenguer Mora nos narra en Bañeres y San Jorge referente a dicho día:

“/(Pág. 88) …Por más que antes del último sitio, viéndose sumamente afligidos los naturales del pueblo, permitieron salir en bando publicado á cuantos quisieran para defenderse con más desembarazo, no hubo nadie, hombre, mujer ó niño que no prefiriese antes perder la vida que dejar de seguir el partido de su rey. En este último sitio vinieron sobre el pueblo más de 4.000 hombres, entre los cuales habían siete Regimientos, formada por las tropas del Archiduque y portugués: entraron en
el pueblo y hallaron que sus vecinos, á vista de mayor número de enemigos, se habían retirado al castillo donde reunieron sus alimentos y pertrechos de guerra; y desde él hicieron tan valerosa defensa, que, habiéndose acaba- /(Pág. 89) do las pocas municiones que tenían encerradas, se valieron de las piedras que les ofrecía el terreno, y al par que aquellos quitaban al castillo con sus proyectiles lanzados sobre él los cascos que tenía, los nuestros, habiendo recibido de los pueblos aliados el auxilio que imploraban en semejantes ocasiones, los pusieron en fuga, no sin haberles muerto 300 hombres y cogieron 20 prisioneros; pero antes, ellos, viendo que eran inútiles sus esfuerzos, maltrataron é inhabilitaron al que iba á pedir socorro á los demás pueblos, el cual cayó en sus manos, saquearon el pueblo, llevándose, entre otras cosas, la bandera de San Jorge, 3000 cabezas de ganado lanar y cabrío y 113 cabalgaduras mayores y menores; quemaron más de treinta casas, dejando otras á medio arder y los papeles, autos y privilegios que eran en el archivo y los del oficio de Laureano Ballester, Secretario del Ayuntamiento, sindico y escribano.”

Como se pudo observar en la pasada edición, tanto en el relato del Conde Mahony como en el escrito nº43 de Laureano Ballester, repiten el mismo modo de defensa al quedarse sin munición. Aunque ello pueda parecer un tanto infructuoso creemos, por lo referido por dicho conde, que tales sucesos son de cierta credibilidad. Pensamos que algunas piedras de determinado tamaño debieron de ser lanzadas a pie de muralla tras el almenado, lo que sería el paso de ronda, y aquellas de menor dimensión podrían haber sido arrojadas por medio de honda. En la próxima edición, veremos como en el primer asedio a Alcoy, en el que intervienen el brigadier Joseph de Chaves y el coronel Pedro Corbí, a éste último le hieren con una piedra lanzada por dicha arma.

En lo que respecta a los regimientos, hubo una reestructuración en el ejército español que aparece en la Real Ordenanza de 28 de septiembre de 1704. Estas reformas en los ejércitos europeos son paulatinas, siendo los de Francia e Inglaterra los primeros y posteriormente los de las demás potencias europeas. Por ello los portugueses en 1707 seguían aun llamándose Tercios, en los que cada uno de ellos lo comprendía entre 500 y 600 soldados. Sin excepción y conforme al decreto portugués de 26 de Julio de 1704, se elevaban a 800 plazas todos los tercios pagados.1 A ello se ha de tener en cuenta las posibles bajas y deserciones que pudieran ocurrir durante los trayectos. Los Tercios que en esta ocasión se trataban, fueron el de Antonio do Couto y el de Pedro José de Mello acantonados en Bocairent, los de Luís Manuel de Camara y Conde de Aveyras en Ontinyent, el de Antonio Carneiro de Sousa en Agres y el de Juan Manuel Noroña en Alcoy, siendo todos ellos portugueses. En las memorias del coronel D. Antonio do Couto menciona a los que vienen de otras localidades, por lo que posiblemente el de Pedro J. Mello no lo menciona al encontrarse acantonado con dicho coronel, al igual que las dos compañías de caballos. Por los datos recabados hasta la fecha, se supone que en la tarde del sábado del día 13 los Tercios mencionados se encontraban ya en las inmediaciones de Bocairent, disponiéndose a iniciar conjuntamente su marcha hacia Banyeres en torno a la media noche. Recorrieron aproximadamente unas dos leguas por el entonces camino viejo de Bocairent, a lo cual llegaron a las dos de la madrugada del día 14, consiguiendo el efecto sorpresa.

Como ya es sabido, Tercio del coronel Antonio Couto Castelo Branco, participó en la Batalla de Almansa en el bando aliado, quedando preso por las tropas borbónicas tras dicha batalla. En la relación de los generales y oficiales portugueses que quedaron presos, remitido por el General de Batalla de dicho ejército D. Juan Manuel de Noroña, y firmado por el Comisario Real de Guerra de los Ejércitos de su Majestad D. Pedro Dulevere, el 12 de Mayo de 1707, el mencionado Tercio estaba constituido de la siguiente forma: Antonio Couto como campo Maestre; Manuel Gómez era el Sargento Mayor. Asimismo Manuel de Madureyra, Manuel Guatesma, Manuel Ruiz, Simón Moeyra y Simón de Moraiz eran Capitanes, como también Manuel Ferreira, Francisco Ruiz y Manuel Núñez eran los Ayudantes o Sargentos, y Joseph de Fonseca, Antonio López, Joseph Faria, Juan Botelho y Juan de Trebejo los Alférez, eran quienes portaban las banderas.2 Dicha graduación militar estuvo acantonada en Bocairente desde el 14 de octubre de 1706, hasta el 4 de Abril de 1707, y los que debieron participar en el asedio a la entonces Universidad de Banyeres del 14 de noviembre de 1706.

Como se puede apreciar al comienzo de la narración de Francisco Berenguer, antes del día 14 de noviembre salió bando publicado, pero no da referencia a un día concreto, a lo que creemos que se publicó entre la fecha indicada y la penúltima inclusión austracista, que fue por los datos recopilados hasta el momento, el día 8 del mismo mes. Asimismo con referencia a dicho bando, en el escrito nº 16 de Laureano Ballester, podemos encontrar en la declaración de Bautista Doménech, que argumenta cuanto sigue:

“/(F. 18v) …Haviendo publicado Bando que el que quisiere salir lo hiziere no huvo hombre, mujer ni niño que no dixesçe que primero queRia perder la vida, que dexar de seguir el Partido de su Rey;...”

De entre todo aquello que aquel día pudieron llevarse, como se ha podido observar, una fue la bandera, viniendo a ser lo que era el orgullo local. En la copia nº 14 que realiza Laureano Ballester de una carta enviada el 11 de enero de 1708, por el entonces alcalde y regidores de la Universidad de Banyeres al conde Mahony, para solicitar algunas peticiones, contiene el siguiente fragmento:

“/(F. 16) …y una bandera questa pintado el Gloriosso San Jorge que quando vinieron a quemar esta Vniversidad se la llevaron a esa Villa (Bocairent)...”

Suponemos que esta bandera estaría ondeando en algún lugar del exterior del Ayuntamiento (Casa Corte), quizás en alguna ventana o balcón del edificio, por lo que mientras se les asediaba a los bañerenses en el castillo y se les incendiaban las casas, fue de fácil acceso el sustraer la bandera de dicho edificio, considerándola como trofeo conseguido en el enfrentamiento. Dicha bandera posiblemente debió de desaparecer posteriormente incluso de Bocairent, ya que como veremos en la edición posterior, después de la recuperación de su plaza por las tropas borbónicas
(21 agosto 1707), y de la permanencia en ella por una compañía perteneciente a Banyeres, no fue ésta recuperada, solicitándola como se ha podido apreciar varios meses más tarde.

La denominada Casa Corte tiene su existencia documentada por lo menos desde 1694 en el actual “carrer Mayor”, aunque en valenciano se le llamaba “Sala del comú” o “Sala de la vila”, describiendo su ubicación de la siguiente manera: “una casa sita en esta villa en la calle Mayor que confronta por un lado con la casa de Juan Francés y por el otro con la casa de Antonio y Miguel Mollá, la calle de por medio y por la espalda con la calle Nueva”.3 Por los datos expuestos, creemos que estaría ubicado a la altura del nº11 de la actual calle Mayor. Asimismo estuvo ubicada en dicho lugar, posiblemente hasta que con la nueva construcción del templo parroquial, bendecida el 25 de diciembre de 1752, fuera configurándose la actual plaza Mayor, culminando con la edificación del también nuevo Ayuntamiento, puesto que existe una escritura de arrendamiento de 1784 en la que ya hay constancia de que estaba allí.4

Tras las operaciones bélicas mantenidas en Banyeres dicho día 14 de noviembre y con el de Xixona, el 20 del mismo mes por la guarnición de Alcoy, hicieron acudir a esta villa muchos heridos y enfermos que eran atendidos en el pequeño hospital situado en la calle Mayor. La situación sanitaria era comprometida por la dificultad de los médicos para atender el elevado número de pacientes, resultando insuficiente la capacidad de dicho hospital, a lo cual se habilitó para tal menester la ermita de San Mauro situado a extramuros, en el Raval Nou.5 Pero ni la asistencia médica ni la espiritual bastaban para el número de hospitalizados, como se puede comprobar en el Consejo del día 28 de diciembre de 1706; "Má de Consejos" (PERO). El "Jurado en Jefe", José Samper, expuso en el Consejo citado como sigue:

“…que el Sr. General (Sargento Mayor D. Juan Manuel Noroña) había despacha en Valencia pera que se prevenga colchonetas y que los enfermos que estaban en el ospital estaban en gran peligro de morirse sin confesión y sacramentos y que estas dos cosas necesitaban de pronto remedio y se Offe algunos gastos y habiendo votado por todos los solo dedos han determinado que todos los gastos que se offerixen, que es gasten pera el consuelo dels malalts y que es done recaudo al Sr. cura de la parroquial de la presente villa quien le toca esta administración que dé la caudal aistencia en la administración de los sacramentos y confesar los enfermos del ospital. " 6

Aquel mismo día (14 de noviembre), se presentó en Banyeres el Capitán de Infantería D. Raimundo Casamayor. Así lo podemos confirmar por la certificatoria de dicho capitán, en la copia realizada por Laureano Ballester en su escrito nº 20, en el que así lo argumentaba:

“/(F. 23) …estado Comandante desde el dia 14 de Noviembre de el Año Mil setesientos y Seis hasta el dia onze de febrero de Mil setesientos y ocho…”

En la comentada carta nº 42 de Laureano Ballester, encontramos también un fragmento con repercusión al día en cuestión, que nos revela cuanto sigue:

“/(F. 69) eutróficos, que dicha Vniverfidad fea absuelta de la obligacion de pagar cada vn año à la Villa de Bocayrente docientas y diez libras de aquella moneda, la ref / f. 69v) pondia por razon de la feparacion, en confideracion de que dicha Villa ha fido la que con mas pertinacia ha caufado por mayores daños à efta Vniverfidad, pues fe ofreciò à dar dos mil libras al Cabo de los Enemigos, para que con fu gente acabaffe con dicha Vniverfidad, y la quemaffe, como ejecutado en 14 de Noviembre de 1706.”

Por cuanto hemos podido ver hasta el momento y con lo que iremos exponiendo otros aspectos, se comprueba que las tropas austracistas deseaban conseguir la plaza de Banyeres como tal, pero para Bocairente era una oportunidad dada para intentar arrasar y aniquilar la población bañerense. Un sentimiento producido por la separación del término que fue conseguida por estos últimos en el año 1628. Con esta separación, Banyeres no pretendía más que determinar lo que varias poblaciones habían logrado anteriormente al desmembrarse de otro, como ocurriese con Algemesí: 1574; Carcaixent: 1576; Callosa: 1579; Mutxamel: 1580; Guadassuar: 1581; Ollería, La Iesa y Almoradí: 1583; Agullent; 1585; y San Juan-Benimagrel: 1593; como también y después de Banyeres lo consiguiera Afafara: 1632, consiguiendo su propia autonomía local, sin el sometimiento de la que anteriormente dependía.

Para finalizar con este apartado, hemos de comentar que por medio de dos fragmentos de texto de Laureano Ballester, ya mencionados en la edición anterior, con respecto a este último asedio que padeció Banyeres, éste tuvo que pedir socorros a la Hoya de Castalla, a lo cual no pudiendo venir el propio coronel Pedro Corbí por tener que acudir también a Jijona, sí que envió un socorro de la Hoya, pero no fue así con la ayuda de la Villa de Biar. Aunque esta villa pertenecía a la Unión de las Villas de la Hoya de Castalla, en agosto de 1706 no tenían claro seguir siendo partidarios de Felipe V. Así se desprende de una carta enviada a la villa de Alcoy, que sale a relucir en el consejo celebrado en dicha villa el día 16 de agosto de dicho año (PERO), en el cual dice como sigue:

"... habiéndose propuesto por dicho Jurado en Jefe que la villa de Biar con carta de 13 las corrientes escribe en la presente villa que por la proximidad que tienen en el Reino de Castilla y en particular a la ciudad de Billens y temer alguna ruina de declararse en el exterior siendo así que de su voluntad y en el secreto están de parte de Nuestro rey. Empen que estimarien que la present vila els amparás los ganados y cavalgadures en este terme y havetse votat nemine discrepante clogueren y determinaren sia fet lo proposat.” 7

ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS EN EL TÉRMINO DE BANYERES, COLINDANDO CON EL DE BOCAIRENT

Con respecto al segundo apartado dedicado a los posibles enfrentamientos que pudieron acontecer en el término de Banyeres colindando con el de Bocairent, podemos encontrar entre los sucesos ocurridos a los días con fecha señalada, un par de hechos concretos en las memorias narradas por el coronel Antonio do Couto. Sobre estos hechos se ha de indicar que los fragmentos de texto que se exponen son traducidos textualmente del portugués de la época. Uno sucedió días después de la inclusión ya comentada con fecha de 9 de octubre. Debió de ser tal el continuo hostigamiento a la población de Banyeres por parte de las tropas austracias que ocupaban la plaza de Bocairent, que después de dicha inclusión padecida y repulsada por las milicias a caballo de Pedro Corbí, las tropas borbónicas decidieron intentar tomar la plaza de Bocairent. Anteriormente, a primeros del mismo año, estas tropas recuperaron la plaza de Ontinyent. Posteriormente la perdieron, por lo que debieron de intertarlo de nuevo. Pero esta vez tomando primero la plaza de Bocairent. En los comentarios de Antonio do Couto así lo relataba:

“/(Pág.: 600) …Los enemigos hicieron otro destacamento de 12.000 hombres del que teníamos información que venían a tomar Bocayrente, de tomarlo no podríamos mantener los cuarteles en el Reino de Valencia. Me mandaron con mi Tercio (se encontraba en Onteniente) y el Cuartel Maestro General Mr. Carli para Bocayrente en el día catorce, (octubre) con prisa por el riesgo que tenía, Carli que lo entendió se retiró de la marcha, y me dejó; yo continué, y me metí en la plaza a vista del enemigo, que intentó lo mismo; di parte de que se marcharan, estuve con las armas para retenerles, y fortifiqué lo mejor que pude con palizadas, valiéndome con la ayuda del terreno. Los enemigos con la información de estar ocupada la Villa continuaron la marcha hacia el Reino de Murcia…”

El destacamento al que da referencia Couto, pertenecía al ejército franco-español, cuyas operaciones concluyeron ese año con la conquista de Cartagena el 22 de noviembre, a la que habían precedido las de Orihuela (18-10) y Elche (21-10).8 En ella iba el Obispo de Cartagena y Virrey de Murcia Luís A. Belluga como capitán general de Murcia y Valencia, junto con el mariscal duque de Berwick. El contingente de fuerzas borbónicas que pudiera haber participado, pertenecientes al destacamento que alude dicho coronel portugués y a las fechas que él mismo narra, les debió pedir, probablemente una vez más, la rendición, a lo que Bocairent, como se muestra, dios de la negativa. En el Repartimiento de varias contribuciones correspondiente al año 1707 de Bocairent (CON), existe una relación de 103 nombres que componen la “Memoria de los que deven en el Repartimiento de los Tres cientos setenta y quatro doblones que por la inobediencia dio esta Villa al Señor obispo de cartagena.” Ello le fue impuesto como castigo por la sublevación mantenida contra Felipe V, a quien comentaremos en el próximo capítulo. Tras abandonar Bocairent dichas fuerzas borbónicas, debieron trascurrir por el entonces camino hacia Villena pasando por Beneixama. A su marcha por el término de Banyeres y a la vista de su castillo, verían ondear en la terraza de la Torre del Homenaje la bandera de las armas del Rey. Al ser Banyeres partidaria de Felipe V, como podemos observar en el escrito número 6 de Laureano Ballester:

“/(F. 4v) …la villa de Banieres en el Reyno de Valencia, se ha mantenido siempre baxo la devida ovediencia de su legitimo Rey y Sr sin averla prestado jamas a otro en medio de los contratiempos padecidos repetidos sitios y amenazas de los vecinos lugares Rebeldes,...”.

Dicha bandera estaba constituida por 2.5 metro. de lado, representada de fondo blanco con las aspas de San Andrés en rojo, llamada también “Cruz de Borgoña”, en la que los troncos que forman la cruz aparecen con sus nudos en los lugares donde se cortaron las ramas. De tal manera que serían estas dos banderas –la de San Jorge y la de San Andrés– las que ondearían en Banyeres durante la Guerra de Sucesión.

El otro suceso ocurrido corresponde a las continuas alarmas y choques que Antonio do Couto comenta.

Tras la inclusión acaecida en el comentado día 8 de noviembre en las que se quemaron casas, entre ellas la de Pedro Ballester (señalábamos en la edición anterior que se libraron unos libros por sacarlos de casa), probablemente pudiera haber sido una de las inclusiones que pudo repeler el propio pueblo de Banyeres, como así nos comenta Miñana:

“/(L. II-32) …los defensores de la fortaleza rechazábanlos que unas veces solamente ellos, otras con la ayuda de un pelotón de caballería del Rey…” De aquella inclusión le debió llegar la noticia al coronel Pedro Corbí, de tal modo que si al día siguiente recorrió el viejo camino de Bocairent y no encontró a nadie, sí que, por el contrario, dos días después (10 de noviembre), pudo interceptar a varios soldados de infantería portuguesa del tercio del coronel Antonio do Couto, enclavado en el término de Bocairent, de lo cual nos narra en sus memorias de la siguiente manera:

“/(Pág. 605) …Entre aquellos fue el diez de noviembre del mismo año de mil setecientos seis. Los enemigos trajeron trescientos caballos y doscientos paisanos con
Miqueletes de un pastel. Yo tenía en el campo trescientos Infantes, y dieciséis caballos, pero dividido en diferentes partes. Viniendo el choque con la ocasión de yo subir a unos altos con cosa de ochenta hombres; di con una emboscada de tres escuadrones de los enemigos, que comenzaron a cargarme, y queriéndome retirar, me cargaron de manera que hirieron, mataron y apresaron algunos; yo estaba en la parte trasera de la gente a caballo con la espada en la mano, dije a la gente que hicieran alto, que perdíamos a los camaradas que o librarlos, o nos perdíamos con ellos; la gente no hizo alto, repetí la segunda vez, a la tercera les dije, alto francos! Haciendo entonces alto, y volviendo para los enemigos, junto a unos barrancos, que me ayudaron mucho, y fui ganando mejor sitio, haciéndole cara con la espada en la mano formando, y en algunos casos se alargaba la lucha; tanto que comencé a formar pelotones; matando a los enemigos entonces un oficial, consiguiéndole el caballo, y dos más de otros. Y se les hirió más de cuarenta. Llegó mi Sargento Mayor Manuel Gómez Barbosa con una poca Infantería, con que le cargamos haciéndole mucho fuego; matarlos y les hiriendo a cuarenta, y ocho caballos, yo perdí cuarenta entre muertos y heridos, siendo doce muertos, pero quedando señor del campo. Los enemigos se retiraron; al día siguiente fuimos a retirar los muertos con el Sargento Mayor de Batalla D. Juan Manuel de Noroña, que había venido a ver la plaza (Bocairent); Vinieron los enemigos al mismo efecto, pero se retiraron, y nos retiramos los nuestros. Estaba un soldado mío con una cortada, que le dieron en la frente, llevándole la cabeza todo cuanto tenía cabellos en destrozo, dejándole la cara en cuerpo solamente; y otro llevaba otra cortada en hombro que le corto por dos partes, de suerte que le llegó a la cintura, que le cayeron las tripas por el golpe.”

Con toda probabilidad, las acciones comentadas son las referidas en un fragmento que se encuentra en el escrito nº43 de Laureano Ballester:

“/(F. 73v) …Y continuando las molestias que los enemigos que habitavan en bocairente hazian a la de Banieres entre otros vino Dn Pedro Corbi en un Regimiento de cavallos; y passalo hallando una compania de portugesses o regimiento de infantería la destrosaron cassi del todo.——

Ocasión por la qual agraviado el cabo dellos hizieron junto con los que habitavan en Alcoy, Cosentaina, onteniente, albayda y Bocayrente i demas i para despicarse de lo sucedido en el passo lo antessedentemente en el dia 14 la Nº. (noviembre) de 1706…”

En el escrito nº 43, encontramos cuanto sigue:

“/ (F. 75) …el Sr. dn. Pedro Corbí que tambien le assistia con la cavalleria tuvo esta villa la compania a els terrers de Bocairente…” Es un fragmento del asedio a Bocairent por las tropas borbónicas entre el 15 y 21 agosto 1707. –Ya lo comentaremos en la próxima edición pero ahora lo mencionamos por comentar el lugar en que Pedro Corbí llegaba con sus “corerias” (Escrito Laureano Ballester No. 43, F. 74v)-. Dicho lugar, como hemos podido observar, se denomina "Los Terreros". Este emplazamiento se encuentra en el término de Bocairent, en las últimas estribaciones al oeste de la Sierra Mariola, lugar de fácil acceso desde el viejo camino a Bocairent. Por su orografía intuimos que es el lugar descrito por el mencionado coronel portugués (campo – unos altos – barrancos) y en el que tuvo el enfrentamiento con Pedro Corbi.

Como consecuencia de estos hechos y como lo refiere Laureano Ballester los Tercios portugueses organizaron las acciones de represalia que sucedieron al ya mencionado día 14 del mismo mes. Debió ser sugerido cuando el Sargento Mayor de Batalla D. Juan Manuel de Noroña visitó Bocairent (11 de noviembre), pues en el documento de la Junta General celebrada el día 12 de mayo de 1707 (PERO), se pude leer cuanto sigue:

"... que a Juan Pascual ya Joseph Coderch sirujans por haber asistir a la curación de los soldados portugueses que llevaron heridos de la universidad de Bañeres cuanto sita de orden del general Don Juan Manuel de Noroña en satisfacción de sos TRABAJOS seis dé diez libras a cascú ultra de las dos libres que cada hu se han dado. " 9

Continuará…

Notas:

.- 1 "Batallas de Portugal – Conquista de Madrid 1706”. Joâo Vieira Borges. Portugal Militar: Pág.:31.

.- 2 “Relación Breve de la Feliz Victoria, que han conseguido las armas de su Majestad,…” Biblioteca Valenciana; firma: XVIII / 2721 – Pág. 11.

.-3 “Sentencia del 25 de octubre de 1382”. José Luis Vañó Pont.
Revista de Fiestas I Feria de Santa María Magdalena de Bañeres, 2007.

.-4 “Las Calles de Banyeres de Mariola” – La antigua Casa Consistorial; Pág.: 255.
FCO. Javier Mira Calatayud. METRO. yo. Ayuntamiento de Banyeres de Mariola, 1999.

.- 5 “Obras escogidas sobre Alcoy”. Rogelio Sanchis Llorens. Tomo I; Pág. 325-326.

.- 6 Ibídem, Pág. 326.

.- 7 Ibídem, Pág. 406.

.- 8 “Almansa, 1707: Las Lises de la Corona”. Juan L. Sánchez Martin. investigando & nº dragón 5. Madrid, Febrero 1998. Pág. 73.

.- 9 “Obras escogidas sobre Alcoy”. Rogelio Sanchis Llorens. Tomo I; Pág. 411.

Ilustraciones:

.- Toma de la villa de Lille en octubre de 1708. Grabado del siglo XIX obra de Paul Lehugeur. A pesar de la ardua defensa de las tropas francesas, la plaza acabó en manos del ejército austracista tras varios meses de asedio. Con esta ilustración se puede imaginar el trágico enfrentamiento ocurrido en Banyeres el día 14 de noviembre de 1706, en el que los austracistas pudieron saltar trincheras y penetrar por calles cerradas (barricadas), luchando cuerpo a cuerpo, a diferencia de que no pudieron cómo abrir las puertas del castillo, último bastión de la entonces Universidad, lo que dicha plaza no fue conseguida por el invasor, aunque el defenderla ocasionó trescientos muertos aquel día.

.- Mapa mostrando un fragmento del término de Bocairent, en el que recoge la envergadura de su villa a principios del s. XVIII y, la ubicación de “Els Terrers”; lugar el cual posiblemente el coronel D. Pedro Corbí, interceptó una de las agrupaciones de soldados portugueses del tercio del coronel D. Antonio Couto.

.- Reproducción de monedas de Felipe V, acuñada durante la Guerra de Sucesión. (Colección particular). Superior: Moneda de ocho reales de plata de 1709, CECA Madrid. Con la instauración de la casa Borbón en España, el sistema monetario estaba formado por tres tipos de monedas diferentes: el oro acuñado en la onza de 8 escudos; la plata labrada en reales de a ocho o duros y de cobre a los maravedís, que sustituyó a la calderilla recortada y resellada. Asimismo aparece por primera vez en las onzas el retrato real con gran peluca, haciéndose enormemente popular con el nombre de “peluconas”, de igual forma que aparecían las monedas de los Austrias en acuñaciones europeas. Centro: Moneda de cuatro escudos de oro de 1707, ceca Valencia. Anverso: PHILIP 5 a cantar. Alrededor del escudo de armas coronado, rodeado por un círculo. Diccionario: Rey de España AtfO. Alrededor de una cruz de Jerusalén, tipo de los Austrias, dentro de una orla de 4 lóbulos y entre ambos 4 (valor) V (checo) 4 (valor) F (ensayador). Inferior: Moneda de seisenas de cobre de 1710, ceca Valencia. Con motivo de la sublevación del Reino de Valencia, quedaron abolidos sus Fueros y con ellos su moneda, que aunque llevando su marca de Ceca (V coronada), es de la tipología de la castellana. El paso de sistema de cuenta valenciano (Libra, sueldo y dinero) al castellano (maravedí, real y escudo) no era fácil; por ello se emite una moneda transitoria que aunque tenía el tamaño de la de cuatro y dos maravedís, estaba valorada en dineros, tratándose de las seisenas (6 dineros) y tresetas (3 dineros), acuñándose entre 1709 y 1713.

.- Reproducción de pistola de llave de chispa inglesa (siglo XVIII). Era llevada fundamentalmente por la caballería, pudiendo portar dos piezas arzonadas en la silla del caballo. El uso de ella por los jinetes, sería la “pasada” de un escuadrón cabalgando al trote, haciéndolas disparar antes de colisionar frente a una formación enemiga, reagrupándose y cargar de nuevo con la espada. (Colección particular).

.- Mapa: Reinos de Valencia y Murcia. Autor: Nicolás de Fer. Illustrator: Charles Inselin. Editor: Editado por G. Danet; París. Fecha difusión: 1709. Pertenece a la obra "Atlas mapas o Compendio geográfico", que incluye mapas de diez regiones españolas. En él figura el nombre de la población de Banyeres como “Banneres”.

.- Ilustración hipotética de soldados del s. XVIII. (Colección particular; soldados de plomo)

1: Soldado de Infantería portuguesa; Quizás como el que pertenecía al tercio del coronel D. Antonio do Couto que estuvo en el asedio a Banyeres del 14 de noviembre de 1706.

2: Milicia a caballo con espada de montar en mano alzada, equipado con vestimenta de época a diferencia de uniforme que llevaba el ejército regular, portando pistolas y carabina, arma ésta menos pesada y corta que el fusil que cargaba el soldado de infantería; Pudiendo ser como la milicia a caballo de Pedro Corbí; “Pelotón de caballería del Rey” (Minan L. II-32), y que estuvo en el enfrentamiento del 10 de noviembre en "los terruños".

3: Granadero británico, perteneciente al ejército del frente aliado. Ocupó a principios de marzo de 1707 parte de la Hoya de Castalla (Castalla y Onil).

4: Soldado de caballería del Regimiento Blesois; Tal vez como los que estuvieron de guarnición en el castillo de Banyeres a partir del 15 de noviembre, así como los que defendieron el castillo de Villena.

5: Tambor del Tercio Valencia (Diputación general del Reino de Valencia); Posiblemente como el que fue a El Bovar, a principios de julio de 1076, lo cual se comentará en la próxima edición. Los ejércitos del s. XVIII estaban formados por el reclutamiento de gente para las tropas (plomos). La severa disciplina, escasa paga y duras condiciones sólo atraían a los labriegos, pobres y delincuentes. Los oficiales, por el contrario, eran en su mayoría nobles, que recurrían a toda clase de influencias a fin de conseguir nombramientos, estando obligados a acudir al llamamiento del Rey.