La orden militar de San Jorge


Miguel Belda Ferre

Esta orden fue fundad en el año 1201, por el rey Pedro II de Aragón y I de Cataluñá, con el título de Orden de San Jorge de Alfarma. Recibió este nombre dado que se le concedió el desierto de Alfarma, a unas cinco leguas de Tortosa.

De acuerdo con las crónicas, aunque sus caballeros eran hombres de probado valor en la guerra, en tiempos de paz llevaban una vida un tanto relajada.

En 1399 es cuando Martín “el Humano”, concibió el unir la Orden de San Jorge con la de Montesa. Papa Benedicto XIII, dio su aprobación y así, sin la menor dificultad, los Caballeros de San Jorge se integraron en la de Montesa.

La Orden de San Jorge de Alfarma era como un débil riachuelo de escasas aguas, comparando con el caudal ancho y caudaloso del río de la de Montesa, se consiguió que la Orden de Montesa, en lugar de utilizar la Cruz de los Calatravos como distintivo, aceptase portar la suya, la de San Jorge, la roja cruz del Santo.

Diez maestres tuvo la Orden de San Jorge: el primero fue don Frey Juan de Almenara. El último, Frey Guillém Castelló, con quién se absorbió por la poderosa Montesa. Durante su existencia, que duró dos siglos, menos algunos meses, tuvo que enfrentarse, no pocas veces, a la Orden de Calatrava, aun teniendo la misma Regla. Siempre fue su rival y en no pocas ocasiones su enemiga. De todos modos, al fundirse San Jorge con Montesa, la primera dio a la segunda su insignia como emblema, la roja Cruz de San Jorge, y la segunda, al acoger a los miembros de la otra, su nombre y protección.

Una vez que se unieron, los Caballeros de San Jorge ya estuvieron al servicio de su nueva Orden y con los de esta participaron juntos, como un solo cuerpo militar, que eso fue lo que en realidad eran, en los días de gloria de Montesa.

BIBLIOGRAFÍA

“Gran Enciclopedia de la Región de Valencia.”
“Heráldica y Genealogía”, Ed. Nueva Lente.

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