Reseña cultural


Un bañerense

Un acontecimiento de singular trascendencia cultural tuvo lugar el día 23 de Abril de 1983. El día de S. Jorge, en la misa solemne del Patrón, los sones dulces y melodiosos de un órgano envolvieron con su música el templo abarrotado de bañerenses, autoridades y pueblo, festeros y paisanos. Por primera vez, después de muchos años, Bañeres recuperaba algo que siempre le había sido muy propio y que, por avatares de la historia, había perdido: UN ÓRGANO.

Efemérides no sólo a nivel religioso, sino como un elemento cultural de primera magnitud para la vida de nuestro pueblo. Con una característica muy importante: no es un acto, acontecimiento o acción (por grande que sea) que queramos o no el tiempo posterga o relega al olvido, sino que se trata de incorporar a la vida de un pueblo una realidad estable y permanente, que trascenderá en el tiempo a nuestras acciones e incluso a nuestra propia vida.

Y no sólo será un elemento destacado en los actos religiosos, un factor primordial en las grandes solemnidades, sino que nos deparará ocasiones (hasta ahora impensables para nosotros) de degustar la música de órgano en directo, en “vivo”, en el momento de su creación por y para nosotros, posibilitando a los bañerenses que lo deseen el adentrarse en el fascinante mundo de la música de órgano y de las múltiples posibilidades que ofrece este instrumento completo.

Momento y lugar ninguno más idóneo que “el día del Patró S. Jordi”. Ni melodía más emotiva que el Himno al Patrón. Resonó en el templo con un fervor indescriptible. Arrancó sus primeros sones al histórico órgano el canónigo organista de la Catedral de Valencia, M. Ilmo. Sr. D. José Climent Barber, que continuó durante toda la celebración.

Días después tuvimos el gozo (porque de tal podemos calificarlo ya que fue un verdadero deleite) de escuchar el órgano en la inauguración oficial con el concierto de Órgano y trompeta que nos ofrecieron los profesores del Conservatorio Superior de Música de Valencia D. Vicente Ros y D. Vicente Campos, dentro de los Actos Culturales del Octavario de S. Jorge. Con posterioridad y en otras ocasiones solemnes ha sido ya un joven músico bañerense quien le ha ido sacando al órgano esos sones dulces y melodiosos que ya comienzan a ser nuestros.

Es también nuestro órgano (porque ya debemos ir nombrándolo así) “nuestro órgano”, una joya musical e histórica. Musical por la calidad de su sonido, la aleación de los tubos, su estructura antigua… Histórica por su antigüedad, los datos y elementos que lleva consigo… Pero dejo la exposición y desarrollo de los datos para otra ocasión. O mejor, brindo para personas más técnicas y entendidas el que lo expongan con mayor precisión y amplitud para el conocimiento y alegría de todos los bañerenses.

Mi intención ha sido tan sólo el dejar constancia, por medio de estas líneas, en nuestra revista-programa de fiestas, la mejor tribuna pública de Bañeres, de una efemérides tan importante para nuestro pueblo.

No quiero terminar este apunte sin dejar constancia de gratitud a las dos personas propietarias del órgano, que con su habitual discreción pero con un gran amor al pueblo que les vio nacer, han querido que esta joya quedase en su pueblo: Bañeres.

También ala Excma. Diputación Provincial que fuel la primera Entidad que de una forma rápida y eficaz colaboró en esta magnífica empresa con una aportación de la Presidencia de 300.000 pesetas, dejando al mismo tiempo constancia de la importancia, incluso a nivel provincial de dicho acontecimiento, y a la persona que con una gran ilusión e interés por todo lo de su pueblo puso todo su esfuerzo como diputado provincial.

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