Banyeres y San Jorge de Don Francisco Berenguer Mora


Adolfo Domínguez Moltó.

Bañeres tenía una deuda de gratitud a don Francisco Berenguer Mora (1877-1960), aquel sencillo sacerdote, hijo del pueblo, que a principio de siglo emprendió la no fácil tarea de escribir una historia parcial de la Villa.

Su aportación a la historiografía local es modesta, pero muy valiosa: él fue el primero en bucear en archivos y bibliotecas en busca del documento probatorio y del dato preciso.
De sus largas horas de compulsa e investi¬gación durante su estancia en Cañada de Biar, salió un libro que a estas alturas de siglo es una joya bibliográfica por la primicia de su contenido y por la escasez actual de sus ejem¬plares.

De la primera parte de su obra —Biografía de San Jorge—, destacaría yo los capítulos IX, XII y XIV. En el primero de ellos, enmar¬ca la leyenda de la protección de San Jorge sobre Bañeres; en el capítulo XII enumera las personas que intervinieron en la llegada de la reliquia de San Jorge a la Villa; y en el capítu¬lo XIV aporta la historia y descripción de las tres imágenes que del Santo se conservaban en la iglesia parroquial.

La segunda parte alcanza mayor altura e importancia para la historia local. Don Fran-cisco Berenguer la titula “Apuntes históricos sobre la Villa de Bañeres”. En el bloque de los primeros capítulos empieza con la descripción de la Villa y la fundación de la parroquia (capítulo I), para continuar con la historia primitiva del pueblo —en la que incluye la leyenda de la aparición de San Jorge en Bañeres— y termina narrando la repercusión que la guerra de Sucesión tuvo en Bañeres. Los capítulos VI, VII y VIII los dedica al escudo y nombre de la Villa, a los litigios sobre límites jurisdic¬cionales y a pleitos con Bocairente sobre do¬minio y utilización de aguas.

A modo de apéndice documental, aporta tres cartas de Felipe V en las que el Rey con¬cede a la Villa diferentes títulos y privilegios.
Don Francisco Berenguer Mora, nacido en Bañeres el día 23 de noviembre de 1877, cursó sus estudios eclesiásticos como becario, en el Colegio de Santo Tomás de Villanueva de Valencia, siendo ordenado sacerdote en 1902.

Su apostolado pastoral lo desarrolló en Penáguila, Agres, Cañada y Real de Gandía en donde permaneció durante 38 años, falle¬ciendo el día 23 de febrero de 1960.

La deuda de gratitud ha quedado, en par¬te, saldada, primero con la reedición en facsí¬mil de su único libro por la Obra Social y Cul¬tural de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante, y después, con el justo homenaje que en su memoria ofrecerá la Villa con motivo de la presentación de su libro en las fiestas de abril del presente año en honor de San Jorge.

Valencia, febrero de 1983.

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