El centenar de la Pluma


Emil Beüt i Belenguer

Milicias de San Jorge

Entre las muchas pruebas de la devoción a San Jorge en el Reino de Valencia esta l’ existencia de una milicia que tenía por Patrón al Santo Caballero. Era la que se conocía como la compañía del Centenar de la Ploma, una tropa que la ciudad de Valencia tenía para su Servicio

Su origen se atribuye a los tiempos de Jaime I considerándolas instituyó de por aquel magnífico rey, mes en realidad no se tienen pro pruebas concretas que suben asegurarnos la fecha exacta que fue creada. En el Fur 229 de las Cortes celebradas en Valencia en 1604 se día; por cuanto la Compañía del centenar la pluma con sus mozos y pajes se antiquísima del tiempo de la conquista del presente reino . . . , y también en el Fuero 18 de las que tuvieron lugar en Monzón el 1626 se hiciera constar; la Compañía del centenar de la pluma instituida por la majestad del Señor rey Jaime el Conquistador… Mes en aventado ninguna prueba cierta existe que nos lo demuestran.

El nombre de Centenar de la Ploma se debe a estar la compañía en principio constituida por ciento ballesteros, que ataviado con una pluma el yelmo que llevaban; en alguna ocasión se le día también Compañía del Centenar de Sant Jordi. Siguiendo la costumbre de aquella época el Centenar a l`ensems que milicia tenía el carácter de cofradía religiosa. parece, aunque no se tiene demasiada seguridad, que tomó el carácter de Cofradía en tiempos de Pedro II de Valencia, el Ceremonioso, confirmándose por privilegio de Juan I, expedido en Alzira en 1393. El rey y la reina eran cofrades. Felipe II denomina antiquísima a la Cofradía de San Jorge.

En los primeros tiempos posiblemente el Centenar no fue un cuerpo permanente, porque 1 alguna 1342 el Consejo General acordó que se tomaron a sueldo cien hombres de a caballo y tantas lanzas y ballesteros como se necesitaron para los cien jinetes, a finales de salir con la Senyera Real.

El Justicia Criminal era el jefe de esta fuerza armada. Los Jurados y Síndico de la Ciudad, con el Justicia, elegían y nombraban los que formaban la Compañía, los que debían ser menestrales honrados, de buena conducta, con la aptitud suficiente y vecinos de Valencia. Quedaban obligados a servir al Rey y en la Ciudad, encontrándose dispuestos a actuar en cualquier momento en que fueron requeridos. En cada ballestero le expedía el título el portantveus de Gobernador General de la Ciudad y Reino de Valencia.

Los Ballesteros del Centenar vestían según el rehén de cada época, y su distintivo era una sobrevesta o túnica corta, blanca, de lana o tafetán, con la cruz roja de San J cebada en el centro del pecho y de la espalda. El blasón que tenían estaba constituido por esta misma cruz y una ballesta.

El Centenar tenía bandera propia, que llevaban generalmente en las procesiones y en los actos solemnes. Era de tafetán blanco, sin embargo con la cruz de San Jorge, y era el portador de ella el Clavario de la Cofradía.

Una de las misiones de la Ccompanyia del Centenar de la Ploma era dar guardia y escoltar la Senyera del Reino, tanto en los actos solemnes como en las acciones guerreras.

En cuántas ocasiones la Senyera era llevada por Justicia criminal, y la seguían todos los ricos-hombres y caballeros, cumpliendo la disposición dimanada del rey Jaume I, arnés de escoltarla el Centenar. También debían existir para seguirla los caballeros y fuerzas de las poblaciones por donde debía pasar cuando salía de la ciudad de Valencia. Se le rendían los mayores honores, y eran las ceremonias que se realizaban, para ordenar así los fueros, cuanto la Senyera debía sacarlos de la casa de la ciudad, donde estaba depositada. Todavía hoy se compixen algunas de esas disposiciones cuando en alguna solemnidad sale la gloriosa bandera. Como por privilegio real no puede rendir 's ante nadie, ni pasar bajo puertas, es descolgada por el balcón con ajuste de cordones de seda.

Al aparecer las armas de fuego el Centenar funde aumentado con cien arcabuceros, y después se creó también una compañía de Caballería.

Dos revistas se pasaban cada año en el Centenar de la Ploma, el día de Sant Jordi y el día de San Donis, aniversario de la entrada de Jaime I en Valencia.

La milicia de la Pluma existió hasta el año 1707, que como todas las instituciones forales tuvo que desaparecer, al ser arrebatados los Fueros de Valencia. En adelante ya no se vieran más aquellos distinguidos milicianos de la Ciudad de Valencia, verdaderos Caballeros de San Jorge, que como tantas otras cosas fueron olvidándose .

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