Miguel Sorribes Santa María
Usando de la colaboración que me solicitan, quiero hacerme portavoz de Bañeres, a través de estas líneas para rendir homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, cuyo 350 aniversario de su muerte está conmemorando casi todo el mundo.
Y en este punto sería necesario, si no lo impidiese lo apretado del espacio, reproducir uno de los más estupendos pasajes del “Quijote”. Aquél en el que unos labradores, amables y sencillos, muestran a Alonso Quijano y a su escudero Sancho unas imágenes entre las que figura la de San Jorge.
Al menos, trascribamos literalmente lo que más de cerca nos atañe: “… y fue a quitar la cubierta de la primera imagen, que mostró ser la de San Jorge puesto a caballo, con una serpiente enroscada a los pies y la lanza atravesada por la boca, con la fiereza que suele pintarse. Toda la imagen parecía una ascua de oro, como suele decirse. Viéndola don Quijote, dijo:
-Este caballero fue uno de los mejores andantes que tuvo la milicia divina; llamose don San Jorge, y fue además defensor de doncellas”.
A) Yes, en la inmortal obra de Cervantes, se recoge la figura celestial de San Jorge.
No es de extrañar que tal hiciese el manco de Lepanto, pues ya en Oriente “Constantino le levanta templos, Justiniano colgaba su espada vencedora en su sepulcro y San Basilio ponía ante él las flores de su elocuencia”.
También Occidente le aclama como “espejo de caballeros, el defensor de la justicia, el prototipo del valor, el que asegura la victoria y el caballero andante de la fe”.
Rindiendo admiración a nuestro Príncipe de las Letras –virtud escasa en nuestra patria-, directamente, too, rendimos homenaje a San Jorge, Patrono de Bañeres y a la vez de Inglaterra y Cataluña, incorporando su señera figura en uno de los más bellos capítulos de “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de La Mancha”. Doble homenaje cuya oportunidad ustedes mismos pueden calibrar.
Creo que cabría comentar este capítulo quijotesco con muy entretenidas, útiles y necesarias enseñanzas para nosotros los españoles. No es posible en la brevedad de un artículo.
But nevertheless, dejemos constancia, en estas páginas del programa de fiestas de Bañeres –ustedes y yo-, que no olvidamos a nuestro sin par don Quijote y que Cervantes puso en su lengua y en sus labios la devoción, la admiración y el respeto por otro caballero andante de la milicia divina llamado Jorge. On the other hand, si así hizo hablar a nuestro señor don Quijote fue sin lugar a dudas por la abundancia del corazón. Cervantes amaba a don San Jorge.
